domingo, 29 de marzo de 2009

Cine latinoamericano: la progresiva... Un articulo de Tlaxcala.



Cine latinoamericano: la progresiva pérdida de la memoria colectiva
Jorge MAJFUD

Parte fundamental de cualquier ideología dominante consiste en asociar el margen a descalificativos éticos, como pueden serlo de orden social, sexual o de producción. Es decir, el margen es improductivo, desordenado, peligroso para el orden y la seguridad, sexualmente desviado o contra natura, inmaduro, etc. En las películas de Hollywood el margen finalmente se integra al centro (en la realidad también, como ejemplo basta recordar un hippie llamado Tony Blair). El hippie, el bohemio, el contestatario, la mujer libertina terminan fracasando o integrándose a la estructura capitalista. En ocasiones —según Mas’ud Zavarzaeh—, el margen aparece como una forma inocente que cumplirá una función «reparadora» de algunos elementos disfuncionales del centro (la misma función de personajes inocentes como los sobrinos del pato Donald o el hijo del Lobo, según Ariel Dorfman). En otros momentos, el margen crítico aparece reconociéndose a sí mismo como incapaz de cambios serios y debido a su natural inmadurez psicológica, ideológica, productiva y moral.
Por el contrario, en películas latinoamericanas como El crimen del padre Amaro (México, 2002) el centro triunfa finalmente en la trama pero este triunfo significa una mayor derrota ética en las lecturas del espectador. El centro se revela, esta vez, como inmoral, corrupto. También en esta película se da una paradoja que, aunque pueda sorprender, no es para nada propiedad de la posmodernidad, sino de los orígenes del cristianismo: el centro representa la fuerza y el poder social, la dominación, al mismo tiempo que la disfuncionalidad moral. El centro se encuentra deslegitimizado. Desde este punto de vista, este discurso es marginal. Solo el poder del dominante puede imponer una censura de expresión; pero el censurador es, históricamente, el que ha perdido la batalla por la legitimación ética, porque su acción y discurso contradicen el paradigma del Humanismo.
El personaje del padre Natalio representa al típico marginado: se encuentra en la clandestinidad política y eclesiástica. También se encuentra marginado por el poder político, civil, representado por el periódico del pueblo. Sin embargo, es el único «héroe-ético» que sobrevive en la aniquilación dialéctica de la película. Su derrota, la excomunión —la separación definitiva de la corrupción y del poder— como la de Jesús, es la única forma efectiva de triunfo moral.
Como afirma el profesor de la Universidad de Berkeley, Mas’ud Zavarzaeh, el disentimiento es parte de la tradición del actual sistema hegemónico. La tradición integra y resuelve dos tópicos fundamentales de las sociedades capitalistas —lo nuevo y lo permanente— operando una «deshistorización» de los hechos sociales y políticos. Integra en su propio discurso al «disidente», al rebelde, como resultados necesarios de una sociedad dinámica, moderna y pluralista, democrática.
En el caso de América Latina, el rebelde, el subversivo, cuando no logró en un gran movimiento revolucionario destruir la estructura de dominio social —lo cual constituye la regla general—, cumplió la función de justificar una reacción violenta a favor del statu quo.
Si bien encontraremos en el cine de las últimas décadas una tradición intermedia donde la memoria se convierte en la denuncia, en la reescritura de la historia olvidada (como vimos en el artículo anterior), también tendremos un género «documental» más reciente, en el amplio sentido de la palabra, donde se recoge el presente y se lo convierte en memoria futura, como son los casos de las películas colombianas La vendedora de rosas (1998) y La virgen de los sicarios (2000). Dentro del primer grupo podríamos ubicar, como ejemplos, a Tiempo de revancha (1981), La historia oficial (1983), Amanecer Rojo (1989), Garage Olimpo (1999), Botín de Guerra (1999) y —una de las mejores— Kamchatka (2002). En todas, el discurso es de denuncia contra «la historia oficial», contra la historia escrita por el poder. La principal motivación de esta reescritura es política y, en todos los caos, consiste en una lucha por la recuperación de la memoria, no sólo aquella memoria enterrada por el poder sino aquella otra deformada por el mismo (podríamos incluir Yo, la peor de todas, 1990, si no considerásemos su referencia al siglo XVII).
Tanto La virgen de los sicarios como La vendedora de rosas desafían la tradicional estructura del cine hollywoodense y revierten el precepto de arte como medio de diversión o de belleza, del arte como objeto puramente estético. Ambas películas no sólo procuran exponer una realidad dramática y conocida por muchos, sino que serán un día la mejor fuente documental para aquellos que procuren entender algo de nuestro tiempo, concretamente del presente de las sociedades marginales de América Latina. Aquí ya no tenemos la denuncia con el objetivo de una reescritura de la historia. Ya no se busca «recuperar» una memoria perdida, sino exponer la tragedia del olvido más desgarrador y absoluto. Mucho menos relación tiene con la memoria de la Utopía. No sólo no se busca alcanzar la sociedad perfecta, sino que ni siquiera se pretende la resistencia de una sociedad derrotada: un profundo y oscuro nihilismo, a veces autocomplaciente y destructivo, recorre estas propuestas cinematográficas. Una violenta concordancia con la realidad, la degradación de la vida y de la muerte.

Aquí el presente contrasta violentamente: nos recuerda el viejo género de ciencia-ficción-catástrofe, donde el mundo ha sucumbido al caos y la gente —una clase sumergida, lejos de los poderosos, como siempre— busca desesperadamente sobrevivir entre la peor miseria y abandono, entre la violencia y la alineación. La vendedora de rosas nos dice que ese futuro ya llegó, que el caos es ahora, que el mundo ya se ha perdido. La destrucción, la decadencia —moral y material— conviven en un basural con elementos de la modernidad, con símbolos de un lejano mundo desarrollado, con el recuerdo fragmentado de objetos que alguna vez fueron útiles, que alguna vez formaron parte de un orden lleno de memoria. Sólo que aquí, a diferencia de Hollywood, no hay promesas de redención, no hay héroes organizando la resistencia, incubando la rebelión. No hay esperanza, sino la muerte. La muerte para alcanzar la liberación virginal; la muerte infantil —como de hecho sucede en la película y con la pequeña y ocasional actriz en la vida real— para volver a los brazos de la madre.
Para los personajes de La vendedora de Rosas, los símbolos —la memoria colectiva— han perdido su significado; el texto, su memoria. El hecho de la «pérdida de la memoria colectiva», está acentuada no sólo por las drogas que todo lo borran, sino también por la edad de sus protagonistas principales y por la pobreza del lenguaje que es, en suma, memoria colectiva y que, en este caso, ha dejado de comunicar o sólo comunica sonidos guturales, propios de un ser humano que casi ha dejado de serlo.
No hay ficción, en el sentido tradicional del término; los actores no son profesionales y su papel es representarse a sí mismos. O, más aún, no representan nada, sino que continúan su vida como si la cámara no estuviese presente. Ya no se trata del neorrealismo nacido de los barrios pobres de Italia y de América Latina: es crudo hiperrealismo, desechos humanos, supuestamente vivos aún, excretados a las cloacas de la ciudad moderna. Una interesante versión cuyo tema central también es la desmemoria y la alienación del mundo posmoderno, pero referida a la clase empresarial, podemos verla en la también excelente El hijo de la novia (2001).
Como los huesos de un hombre primitivo sirven hoy para recordar al resto de los hombres y mujeres que lo rodearon, sin que alguno de ellos se lo haya propuesto nunca, así servirán estas memorias del olvido, para recordar lo que fuimos alguna vez —si algún día tenemos la suerte de dejar de ser eso que también somos.

Fuente: el autorArtículo original publicado el 29/1/2009

Jorge Majfud es autor asociado de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística.

Este artículo se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor y la fuente.

viernes, 27 de marzo de 2009

Debate sobre la Revolución en Nepal. Un articulo del Revolution del PCR-USA


“Hoy muchas personas en el mundo se están preguntando cómo evaluar los recientes sucesos respecto a la revolución de Nepal donde, después de diez años de una inspiradora guerra popular dirigida por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) (PCN[M]), esa guerra ha tocado fin, el PCN(M) hoy es el Partido principal en la recién elegida Asamblea Constituyente y el presidente del Partido, Prachanda, es el primer ministro del gobierno. ¿Representa la actual trayectoria en Nepal y el camino que ha tomado el PCN(M) una cosa nueva histórica, una victoria y un adelanto importante en el avance de la revolución comunista en el siglo 21, como han sostenido algunas personas; o, como muchas otras temen, representa un retroceso y traición de las metas de la revolución y de la heroica lucha librada por alcanzarlas y un fuerte distanciamiento de la causa comunista por la que el PCN(M) dice que está luchando?”
Así comienza el artículo que aparece en este número de Revolución: Sobre lo que pasa en Nepal y lo que está en juego para el movimiento comunista:

CARTAS DEL PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO, ESTADOS UNIDOS, AL PARTIDO COMUNISTA DE NEPAL (MAOÍSTA), 2005-2008 (CON UNA RESPUESTA DEL PCN[M], 2006).

Este artículo es una introducción al agudo intercambio polémico entre el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (PCR, EU) y el Partido Comunista de Nepal (Maoista) (PCN[M]) en los años entre octubre de 2005 y noviembre de 2008. Representa una de las luchas entre dos líneas más importantes en el movimiento comunista internacional en muchos años. Ahora se da a conocer en público cuatro cartas del PCR, EU, al PCN(M) y una respuesta. Estas cartas tratan las diferencias de línea decisivas y una lucha que ha venido desenvolviendo por varios años. Estas diferencias se centran en tres cuestiones: en resumen:

1) la naturaleza del estado y específicamente la necesidad de establecer un nuevo estado dirigido por el proletariado y su vanguardia comunista;

2) más específicamente, la necesidad de establecer como primer paso al derrocar el viejo orden, un estado de nueva democracia para emprender el desarrollo de nuevas relaciones sociales y de producción en el país libres de la dominación imperialista y de las relaciones feudales;

3) el papel dinámico de la teoría y la lucha entre dos líneas contra el eclecticismo, el pragmatismo y la realpolitik.

El punto de vista y la orientación, la concepción estratégica y el método que cualquier Partido asume —es decir, su línea— guían su actividad política en una dirección u otra. En las luchas entre dos líneas como esta, hay muchísimo en juego: cuál línea gane puede resultar en un avance, un revés — o incluso una traición. Estudiar profundamente este artículo —y las cartas del PCR, EU, y el PCN(M)— es trabajo revolucionario serio y necesario. Esta lucha entre dos líneas requiere un enfoque que comprende la importancia de vida y muerte de su desenlace. Nuestro Partido, el PCR, EU, ha aplicado el enfoque de partir de los objetivos comunistas y los principios básicos de la ciencia del comunismo, de analizar las cuestiones de una manera rigurosa y polifacética. El futuro de la revolución de Nepal no solo pende mucho más precariamente de un hilo, pero las fuerzas revolucionarias pueden seguir adelante solamente sobre una base correcta y hacer avanzar la causa de emancipar a toda la humanidad solamente sacando las lecciones de esta lucha política e ideológica y captando más profundamente qué es el auténtico comunismo. Instamos a todas/os nuestras/os lectoras/es a estudiar el artículo de introducción y las cartas en línea — y participar en discusiones profundas y bien fundadas con el Partido y otros acerca de estas cuestiones decisivas de línea política e ideológica. Venga a las presentaciones auspiciadas por Libros Revolución* — y organice discusiones... con sus camaradas y amigos. Este artículo y las cartas tienen que llegar a las manos de mucha gente — de los revolucionarios en Estados Unidos y otros que hayan estado siguiendo lo que pasa en Nepal, a inmigrantes y estudiantes del extranjero, entre ellos los del sur de Asia, y el movimiento comunista internacional. Es necesario difundirlo en las áreas de las ciudades —de los ghettos y barrios a los recintos universitarios y lugares de efervescencia intelectual— y entre todos los sectores sociales donde se está desarrollando el movimiento revolucionario y comunista. Es necesario que llegue a todos los que estén buscando una salida de este horror — y el camino a la verdadera liberación. Y es una oportunidad para los que están buscando tales soluciones de descubrir qué es en realidad el comunismo y cómo la sociedad humana podría organizarse de una manera completamente diferente. En necesario que este número de Revolución llegue a esa gente y a más personas — y es necesario que se difundan este artículo y las cartas que este introduce por toda la sociedad y en el mundo de la internet. Esta lucha entre líneas recalca de nuevo la importancia histórica del Manifiesto del Partido, El comunismo: El comienzo de una nueva etapa. Como dice ese Manifiesto, el movimiento comunista internacional está en una encrucijada. Confronta la pregunta, tal como dice el Manifiesto, ¿ser una “vanguardia del futuro, o un residuo del pasado?” La lucha entre líneas que se desarrolla de lleno en estas cartas está ubicada dentro de este contexto mundial más amplio y también es una concentración de él. Y es decisivo que todos estudien este Manifiesto... mientras que estudian y bregan con la lucha entre dos líneas con relación a la revolución de Nepal. Mientras que este número del periódico se distribuya entre muchos sectores sociales, este Manifiesto tiene que acompañarlo. Con la derrota de la revolución en China y la restauración del capitalismo en ese país, se terminó la primera etapa de la revolución comunista en el mundo. Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, ha dirigido a resumir de manera científica esa experiencia, partiendo de los logros monumentales y resumiendo de manera crítica las deficiencias — y, sobre esa base, forjando un nuevo marco teórico para hacer avanzar la revolución comunista en el mundo. Todos los que ven el horror del mundo como es y arden con deseos de un futuro diferente y libre de explotación y opresión deben examinar con urgencia esta síntesis, concentrada en este Manifiesto. Representa una fuente de esperanza y osadía, sobre una base científica — para las masas alrededor del mundo.


Las cartas del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, al Partido Comunista de Nepal (Maoísta), 2005-2008 (con una respuesta del PCN[M], 2006) están en línea en revcom.us
http://www.revcom.us/

Brasil: Vitorioso 2º Congresso da LCP do Pará e Tocantins


Vitorioso 2º Congresso da Liga dos Camponeses Pobres do Pará e Tocantins
Aconteceu no dia 21 de março de 2009 na cidade de Conceição do Araguaia o 2º congresso da Liga dos Camponeses Pobres do Pará e Tocantins.O congresso teve a participação de mais de 600 camponeses, representando mais de 15 áreas camponesas, espalhadas pelos municípios de Conceição do Araguaia, Redenção. Santa Maria das Barreiras, Floresta do Araguaia, Cumaru do Norte.
A realização de nosso congresso é o coroamento de um processo de preparação que se iniciou em Janeiro de 2009 com dezenas de reuniões e assembléias em diversos locais para a escolha dos delegados representantes das áreas, que durante dois dias estudaram e debateram as questões do movimento, traçou os rumos das lutas para o próximo período e elegeu a coordenação que conduzirá a luta daqui pra frente.
Nosso congresso ocorre em um momento que existe uma nova grande onda de tomadas de terra no Estado e que o latifúndio se articula com a governadora Ana Julia (PT) para promover uma nova “operação paz no campo” como a que ocorreu em novembro de 2007 contra milhares de camponeses que tomaram o latifúndio Forkilha, do arque reacionário Jairo Andrade, fundador da UDR e responsável por diversos crimes na região como assassinatos de indígenas, trabalho escravo entre outros. A operação que ficou conhecida como “terror no campo” também atacou dezenas de outras áreas no Sul do Pará.O ataque arquitetado contra os camponeses no Pará está diretamente relacionado aos ataques contra camponeses pobres no restante do Brasil como recentemente ocorreu em Rondônia e Pernambuco, fazendo parte da política de criminalização da luta pela terra.
Nosso congresso levantou 4 bandeiras:

1 - Contra a criminalização da luta pela terra,

2 -Tomar, cortar e entregar para os camponeses todas as terras do latifúndio,

3 - A Amazônia é nossa,

4 - Viva a Revolução.

A realização de nosso congresso é mais uma grande vitória do movimento camponês combativo que luta todos os dias contra as ataques do latifúndio e seus representantes, é uma vitória dos democratas e de todos que lutam contra os inimigos do povo, é uma vitória contra os oportunistas que tentam de toda forma atrasar e desviar a luta do povo, é uma vitória dos camponeses do Pará que nunca se renderam aos mais ferozes ataques promovidos pelas forças reacionárias.
Abaixo a criminalização da luta pela terra!
Tomar, cortar e entregar para os camponeses todas as terras do latifúndio!
A Amazônia é nossa!
Conquistar a terra! Destruir o Latifúndio!
Terra a Quem Nela Trabalha!
Viva a Revolução Agrária!

jueves, 26 de marzo de 2009

El marxismo y la insurrección (I) V.I. Lenín


El marxismo y la insurrección (1ª parte)

V. I. Lenin

(Carta al Comité Central del POSDR)

Entre las más malignas y tal vez más difundidas tergiversaciones del marxismo por los partidos "socialistas" dominantes, se encuentra la mentira oportunista de que la preparación de la insurrección, y en general, considerar la insurrección como un arte, es "blanquismo". Bernstein, dirigente del oportunismo, se ganó ya una triste celebridad acusando al marxismo de blanquismo, y, en realidad, con su griterío acerca del blanquismo, los oportunistas de hoy no renuevan ni "enriquecen" en lo más mínimo las pobres "ideas" de Bernstein. ¡Acusar a los marxistas de blanquismo, porque conciben la insurrección como un arte! ¿Es posible una más flagrante distorsión de la verdad, cuando ningún marxista niega que fue el propio Marx quien se pronunció del modo más concreto, más claro y más irrefutable acerca de este problema diciendo precisamente que la insurrección es un arte, que hay que tratarla como tal arte, que es necesario conquistar un primer triunfo y seguir luego avanzando de triunfo en triunfo, sin interrumpir la ofensiva contra el enemigo, aprovechándose de su confusión, etc., etc.?
Para poder triunfar, la insurrección debe apoyarse no en una conjuración, no en un partido, sino en la clase más avanzada. Esto en primer lugar.
La insurrección debe apoyarse en el auge revolucionario del pueblo. Esto en segundo lugar.
La insurrección debe apoyarse en aquel momento de viraje en la historia de la revolución ascensional en que la actividad de la vanguardia del pueblo sea mayor, en que mayores sean las vacilaciones en las filas de los enemigos y en las filas de los amigos débiles, a medias, indecisos, de la revolución. Esto en tercer lugar.
Estas tres condiciones, previas al planteamiento del problema de la insurrección, son las que precisamente diferencian el marxismo del blanquismo. Pero, si se dan estas condiciones, negarse a tratar la insurrección como un arte equivale a traicionar el marxismo y a traicionar la revolución. Para demostrar que el momento actual es precisamente el momento en que el Partido está obligado a reconocer que la insurrección ha sido puesta al orden del día por la marcha objetiva de los acontecimientos y que la insurrección debe ser considerada como un arte, para demostrarlo, acaso sea lo mejor emplear el método comparativo y trazar un paralelo entre las jornadas del 3 y 4 de julio[307] y las de septiembre. El 3 y 4 de julio se podía, sin faltar a la verdad, plantear el problema así: lo justo era tomar el Poder, pues, de no hacerlo, los enemigos nos acusarán igualmente de insurrectos y nos tratarán como a tales. Pero de aquí no se podía hacer la conclusión de que hubiera sido conveniente tomar el Poder en aquel entonces, pues a la sazón no existían las condiciones objetivas necesarias para que la insurrección pudiera triunfar. 1) No teníamos todavía con nosotros a la clase que es la vanguardia de la revolución. No contábamos todavía con la mayoría de los obreros y soldados de las capitales. Hoy tenemos ya la mayoría en ambos Soviets[308]. Es fruto, sólo de la historia de julio y agosto, de la experiencia de las "represalias" contra los bolcheviques y de la experiencia de la kornilovada. 2) No existía entonces un ascenso revolucionario de todo el pueblo. Hoy existe, después de la kornilovada. Así lo demuestra el estado de las provincias y la toma del Poder por los Soviets en muchos lugares. 3) Entonces, las vacilaciones no habían cobrado todavía proporciones de serio alcance político general en las filas de nuestros enemigos y en las de la pequeña burguesía indecisa. Hoy, esas vacilaciones son gigantescas: nuestro principal enemigo, el imperialismo de la Entente y el imperialismo mundial (ya que los "aliados" se encuentran a la cabeza de éste) empieza a vacilar entre la guerra hasta el triunfo final y una paz separada dirigida contra Rusia. Y nuestros demócratas pequeñoburgueses, que ya han perdido, evidentemente, la mayoría en el pueblo, vacilan también de un modo extraordinario, habiendo renunciado al bloque, es decir, a la coalición con los kadetes. 4) Por eso, en los días 3 y 4 de julio, la insurrección habría sido un error: no habríamos podido mantenernos en el Poder ni física ni políticamente. No habríamos podido mantenernos físicamente, pues aunque por momentos teníamos a Petersburgo en nuestras manos, nuestros obreros y soldados no estaban dispuestos entonces a batirse y a morir por Petersburgo: les faltaba todavía el "ensañamiento", el odio hirviente tanto contra los Kerenski, como contra los Tsereteli y los Chernov. Nuestros hombres no estaban todavía templados por las persecuciones contra los bolcheviques, en que participaron los eseristas y mencheviques. Políticamente, los días 3 y 4 de julio no habríamos podido sostenernos en el Poder, pues, antes de la kornílovada, el ejército y las provincias podían marchar y habrían marchado sobre Petersburgo. Hoy, el panorama es completamente distinto. Hoy, tenemos con nosotros a la mayoría de la clase que es la vanguardia de la revolución, la vanguardia del pueblo, la clase capaz de arrastrar detrás de sí a las masas. Tenemos con nosotros a la mayoría del pueblo, pues la dimisión de Chernov no es, ni mucho menos, el único indicio, pero sí el más claro y el más palpable, de que los campesinos no obtendrán la tierra del bloque de los eseristas (ni de los propios eseristas), y éste es el quid del carácter popular de la revolución. Estamos en la situación ventajosa de un partido que sabe firmemente cuál es su camino en medio de las más inauditas vacilaciones, tanto de todo el imperialismo como de todo el bloque de los mencheviques y eseristas. Nuestro triunfo es seguro, pues el pueblo está ya al borde de la desesperación y nosotros señalamos al pueblo entero la verdadera salida: le hemos demostrado, "en los días de la kornilovada", el valor de nuestra dirección y, después, hemos propuesto una transacción a los bloquistas, transacción que éstos han rechazado sin que por ello hayan terminado sus vacilaciones. Sería el más grande de los errores creer que la transacción propuesta por nosotros, no ha sido rechazada todavía, que la Conferencia Democrática[309] puede aceptarla todavía. La transacción era una oferta hecha de partido a partidos. No podía hacerse de otro modo. Los partidos la rechazaron. La Conferencia Democrática es sólo una conferencia, y nada más. No hay que olvidar una cosa: la mayoría del pueblo revolucionario, los campesinos pobres, irritados, no tienen representación en ella. Trátase de una conferencia de la minoría del pueblo ; no se debe olvidar esta verdad evidente. Sería el más grande de los errores, el mayor de los cretinismos parlamentarios, que nosotros considerásemos la Conferencia Democrática como un parlamento, pues aun suponiendo que se hubiese proclamado parlamento permanente y soberano de la revolución, igualmente no resolvería nada: la solución está fuera de ella, está en los barrios obreros de Petersburgo y de Moscú. Contamos con todas las premisas objetivas para una insurrección triunfante. Contamos con las excepcionales ventajas de una situación en que sólo nuestro triunfo en la insurrección pondrá fin a unas vacilaciones que agotan al pueblo y que son la cosa más penosa del mundo; en que sólo nuestro triunfo en la insurrección dará inmediatamente la tierra a los campesinos; en que sólo nuestro triunfo en la insurrección hará fracasar todas esas maniobras de paz por separado, dirigidas contra la revolución, y las hará fracasar mediante la oferta franca de una paz más completa, más justa y más próxima, una paz en beneficio de la revolución. Por último, nuestro Partido es el único que, si triunfa en la insurrección, puede salvar a Petersburgo, pues si nuestra oferta de paz es rechazada y no se nos concede ni siquiera un armisticio, nos convertiremos en "defensistas", nos pondre mos a la cabeza de los partidos de guerra, nos convertiremos en el partido "de guerra " más encarnizado de todos los partidos y libraremos una guerra verdaderamente revolucionaria. Despojaremos a los capitalistas de todo el pan y de todas las botas. No les dejaremos más que migajas y los calzaremos con alpargatas. Y enviaremos al frente todo el pan y todo el calzado.

Y, así, salvaremos a Petersburgo.

En Rusia, son todavía inmensamente grandes los recursos tanto materiales como morales con que contaría una guerra verdaderamente revolucionaria: hay un 99 por 100 de probabilidades de que los alemanes nos concederán, por lo menos, un armisticio. Y, en las condiciones actuales, obtener un armisticio equivale ya a triunfar sobre el mundo entero. * * *

martes, 24 de marzo de 2009

El trabajo domestico sólo .... un articulo de CEP




El trabajo doméstico sólo acabará si termina el sistema de explotación

Bolivia, 22 de marzo de 2009 (CEP).- A pesar de los intentos legales por ampliar los derechos de las mujeres, nada cambia la realidad de opresión que pesa sobre millones de ellas y que se desenvuelve en nuestras narices. El trabajo doméstico de las mujeres, tan útil para el sistema de explotación de los asalariados, será eliminado sólo por la acción y lucha política de las propias mujeres y las clases populares que actúen unidas para transformar la sociedad.

La “nueva” Constitución Política dice que “el Estado reconoce el valor económico del trabajo del hogar como fuente de riqueza y deberá cuantificarse en las cuentas públicas”. Según la propaganda gubernamental, nunca antes una norma había sido tan avanzada en reconocer la labor de las mujeres en la familia.

Por el momento, sin embargo, ni el gobierno ni nadie saben cómo cuantificar ese trabajo realizado generalmente por las mujeres. Las investigadoras en temas de género plantean que esa medición sólo será posible a través de una encuesta de uso del tiempo en el hogar, que en algunos países ya ha ayudado a estimar cuánto, en minutos y horas, aportan los miembros de la familia a los quehaceres domésticos.

¿Para qué cuantificar el trabajo en tareas domésticas? Algunos tecnócratas tienen la ilusión de que algún día el Estado pueda ponerle un precio a la labor de las mujeres y retribuirles con una paga. Es decir convertir a las mujeres en asalariadas.

Aun si alguna vez lograran su cometido, lo máximo que podrían alcanzar es que las mujeres continuaran laborando entre cuatro paredes a cambio de unas monedas por su contribución a las cuentas públicas. En otros términos una palmadita en la espalda para que aguanten con algún entusiasmo la opresión que el sistema les impone.

El paquete, sin embargo, no viene sólo. Junto con él está un cúmulo de aspectos que van desde la violencia ejercida por sus compañeros contra ellas hasta la imposibilidad de participar en actividades políticas. Los funcionarios atribuyen a la “desigualdad” y a la “pobreza” esta situación, pero en términos correctos la opresión hacia las mujeres constituye un factor capital que aparece con la sociedad dividida en clases.

Por eso la emancipación de las mujeres sólo puede estar en la supresión del patriarcado, la finalización de la división sexual del trabajo e incluso en la eliminación de la división profunda entre trabajo manual e intelectual propia de esta vieja sociedad. En la actualidad esto significa que hay que acabar con el sistema económico de explotación vigente.

En nuestro país implica incluso combatir uno de los rasgos de la semifeudalidad que es la servidumbre. Miles de mujeres y niñas de los sectores populares se emplean en hogares urbanos para realizar estas tareas domésticas. La jornada laboral de las “trabajadoras del hogar” puede superar las 12 horas diarias, a cambio de un salario menor al mínimo oficial. En muchos casos implica incluso no recibir remuneración, principalmente cuando se trata de mujeres y niñas llegadas del campo a insertarse de alguna forma a la vida en la ciudad. Y hasta ha adoptado formas de lo que la legislación del viejo Estado llama “trata y tráfico de personas”.

Las leyes, tratados y convenciones sobre los derechos de las mujeres no muestran resultados porque, desde una visión liberal, intentan normar una sociedad de rasgos fuertemente semifeudales. Por eso los tecnócratas y funcionarios del viejo Estado están atrapados en su marco institucional, y en su negativa a identificar relaciones de clase en este problema.

La abolición de la opresión hacia las mujeres sólo puede venir de la lucha política e ideológica contra el patriarcado y sus fundamentos. Una lucha que demanda la participación de las propias mujeres, pero no únicamente. Los sectores populares tienen la responsabilidad de luchar para transformar estas relaciones, y los compañeros, la tarea de renunciar a los privilegios que la vieja sociedad les otorga respecto del trabajo en el hogar.

Centro de Estudios Populares

Grecia: Se prepara festival internacionalista


¡Es justo rebelarse!
Querid@s amigos y amigas, querid@s camaradas,
Le invitamos a participar en la preparación y realización del 2º Festival Internacionalista de Juventud RESISTENCIA 2009, el cual tendra lugar en Atenas el 26, 27 y 28 de junio de 2009.


Communist Organization of Greece / Kommounistiki Organosi Elladas (KOE)International Relations DepartmentEmail: laokratia@yahoo. com * aristera@tellas. comWeb: http://www.koel.gr/ * In English: international. koel.grPost address: Newspaper "Left!" * Isaia Salonon 6 * 11475 Athens, GreecePhone: +30 210 6441745 * Fax: +30 210 6430024*****

domingo, 22 de marzo de 2009

Bolivia: Los escandalos del MAS.-


El segundo hombre del MAS protagoniza el disparo que, en un prostíbulo, acabó con la vida de un destacado burgués tarijeño. Proceso de desmoronamiento del MAS .-
Bolivia: Santos Ramirez y la muerte de Artemio Cruz

Juan Carlos Gutierrez/ La Haine

El gobierno, al cual la política de creciente transacción con la derecha ha dejado escaso margen de maniobra, ensaya una y otra vez explicaciones que le hacen perder cada vez más credibilidad. En una salida calificada de “carnavalesca”, Evo Morales ha acusado nada menos que a la CIA de ser la responsable del escándalo de corrupción, volteo y asesinato protagonizado por el ahora ex-segundo hombre del MAS, y en el que se han visto envueltos desde políticos oficialistas y de la oposición hasta dueños de prostíbulos.
Como una respuesta a la campaña mediática desatada por la derecha en torno a la caída de Santos Ramirez, la cual va dejando en claro la evidencia de lo que hasta ahora era un secreto a voces (el hecho de que la corrupción se haya bastante extendida dentro del aparato de gobierno), intelectuales afines al MAS, por ejemplo Hervé do Alto, señalan que lo sucedido es sólo un accidente, una excepción o en todo caso un pequeño mal.
Cuando ejercía como analista político, Alvaro García Linera, el ahora vicepresidente, siguiendo al historiador francés Braudel, teorizó acerca de la existencia en Bolivia de una crisis de larga duración, subsistente por encima del devenir histórico del estado boliviano. Ya se hubiese tratado del ciclo neoliberal o del nacionalista, las deficiencias y taras del estado boliviano habían sido en tal teorización casi siempre las mismas. Se entendía, entonces, que la superación de tal crisis sólo sería posible, transformando de fondo la realidad existente.
Lo sucedido con el ex hombre fuerte del MAS, nos muestra en cambio la real dimensión de la supuesta ruptura del partido de gobierno con las estructuras del viejo régimen: los miembros de las preconizadas nuevas “élites” del MAS no sólo reproducen las prácticas habituales del corrupto estado boliviano si no que conviven en un buen grado con las antiguas élites corruptas.
En algún sentido, se trata de la temporal separación entre élites con poder político pero sin poder económico, y élites con poder económico pero con un disminuido poder político. El Estado y sus mecanismos de acumulación, en tal sentido, se hacen imprescindibles para las primeras en cualquier proyecto de pervivencia a largo plazo. Nuevamente, parece repetirse lo sucedido con el proceso revolucionario del 52, el cual dio pie a los intentos de creación de una nueva burguesía.
Los procesos revolucionarios van acompañados de intentos por instaurar una nueva moral y del actuar de nuevos sujetos en la escena política. Sin embargo, el impulso revolucionario inicial tiene sus límites y depende de varios factores, entre ellos las características de la organización que conduce a las masas.
Como resultado del más profundo proceso de movilización registrado en las últimas décadas (la existencia de una situación revolucionaria), las masas bolivianas otorgaron el gobierno a Evo Morales y a un partido de raíces campesinas, el cual respondía a las clases medias y a los pequeños propietarios. No fue casualidad por lo tanto que, en adelante, elementos de la izquierda moderada con un programa reformista, ocuparan gran parte de los cargos jerárquicos.
Las clases medias, altamente oscilantes, no pueden permanecer mucho tiempo en el terreno de la radicalidad. Para realizarse, necesariamente precisan de un escenario que les provea seguridad. El impulso revolucionario, cuando las tiene de protagonistas, se agota más rápidamente. En el caso de Bolivia, con la entronización del MAS, a la concertación inicial sucedió la claudicación, primero en el terreno político y posteriormente en el campo de la moral. El nuevo estatismo es, en consecuencia, una nueva forma del viejo estado burgués corrupto.
Lo sucedido con Santos Ramirez, es una señal del agotamiento del impulso revolucionario mediatizado por la actuación de las clases medias. Se puede prever que si otros actores sociales no ocupan el lugar de la clase media claudicante, el proceso revolucionario boliviano de las últimas décadas se agotará notablemente.
Carlos Fuentes, el gran novelista mexicano, retrató magistralmente en una de sus obras el proceso de conversión de los revolucionarios en agentes de de un nuevo orden que entronizaba a una nueva y corrupta capa gobernante. Artemio Cruz, en su vejez y agonía, nos recuerda los límites de los agentes sociales ante las necesidades históricas de la revolución.
Aunque lo sucedido en Bolivia no pueda compararse ni por asomo con las profundas transformaciones que, al fin y al cabo, conllevó el proceso de la revolución mexicana, hay una historia recurrente entre el agotamiento del proceso revolucionario encarnado en la agonía y muerte, no sólo física, de Artemio Cruz, y el proceso de acelerada claudicación del MAS.-

sábado, 21 de marzo de 2009

En un nuevo aniversario del ataque imperialista a Irak


Le Monde diplomatique No. 17, Setiembre 2008
“El terrorismo se multiplicó por siete tras la invasión a Irak”
por Gaspar Segafredo
Entrevista exclusiva a Noam Chomsky

El eminente lingüista y ensayista estadounidense, que se define como socialista libertario, afirma que el presidente George W. Bush “actuó como si trabajara para Osama Ben Laden”, y que su gobierno es el primero en la historia de Estados Unidos que se declaró “oficialmente a favor de la tortura”. Considera que tanto el Partido Republicano como el Demócrata están a la derecha del electorado, y estima que, con todos sus avances y retrocesos, la conciencia moral de la humanidad registra progresos.
Después de haber vivido toda la Guerra Fría, el 11 de septiembre, Afganistán, Irak, y tras criticar tenazmente la multiplicación de las estructuras de opresión y el “sistema neocolonial global”, Noam Chomsky sigue teniendo esperanza: “A pesar de haber sido obstaculizado por instituciones y doctrinas, nuestro horizonte moral se expande”. Argumenta: “La de Irak es la primera guerra en la historia del imperialismo contra la cual se protestó masivamente antes de que empezara”.
Sin embargo, lamenta que este progreso sea tan inconstante, lento, agónico. Las regresiones pueden ser muy profundas y nocivas, como el actual caso de “la administración Bush, el primer gobierno en la historia de EE.UU. oficialmente a favor de la tortura”. Otro símbolo que menciona es la tristemente famosa dictadura argentina iniciada en 1976. Aunque también observa un progreso único en la Sudamérica del nuevo siglo, especialmente por los proyectos de integración regional.
Su pasión, forjada en la templanza retórica y la racionalidad argumental, genera seguidores y detractores. Sin embargo, hay una cosa de la que nadie puede dudar: es un incansable. 79 años, 53 enseñando lingüística en el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), más de 100 libros publicados, 22 honoris causa en universidades de todo el mundo, son algunos de los números que describen a este hombre, definido por The New York Times como el intelectual vivo más importante. En sus primeros años como académico del MIT revolucionó el paradigma lingüístico reinante en la época, con la teoría de la gramática generativa.
Autodeclarado socialista libertario, sintió la obligación moral de involucrarse en el debate político a partir de la guerra de Vietnam, que interpretó en American Power and the New Mandarins (1969). Desde entonces intercala política con lingüística. Y a pesar de resistirse a conectar ambas dimensiones –está en contra de intelectualizar la política– hay una lógica que las entrelaza. En sus estudios lingüísticos describe la naturaleza innata del hombre que permite crear lenguaje. Las implicancias filosóficas tienen que ver con una naturaleza creativa, libre, que las estructuras opresivas reprimen, explica. Desde ahí sostiene la moral y la justicia universal, aunque recordando la complejidad de cada contexto. Por eso, a pesar de tener puntos en común especialmente en la crítica de las estructuras de poder, se diferencia de la deconstrucción posmoderna, el relativismo cultural y su nihilismo, tan comunes en la izquierda contemporánea.Con respecto a los dos principales candidatos a la presidencia de Estados Unidos y las consecuencias que generaría cada uno, se limita a decir que “el peor y más peligroso para EE.UU. y el mundo pienso que sería (John) McCain. En cuanto a Obama no tengo una respuesta clara, aunque posiblemente la política exterior de Clinton hubiera sido peor”.
Por otra parte, se muestra desconfiado ante las profundas esperanzas y movilización despertadas por Barack Obama, particularmente entre quienes abogan por su famoso eslogan “Change”: “En cuanto a si la movilización tendrá un efecto positivo o negativo depende de cómo reaccionen a la probable desilusión quienes han sido energizados, si es elegido. Hay ejemplos de ambas (reacciones) en la historia reciente de Estados Unidos. No hay razones para suponer que será distinto a cualquier otro demócrata tradicional centrista”.
Para justificar el breve comentario electoral envía un texto que integrará la futura reedición de Perilous Power. Allí sostiene que sólo se puede especular acerca de los candidatos por las características de la maquinaria electoral, donde los temas importantes son tratados con ambigüedad, a raíz del desagrado y del miedo que siente la elite estadounidense por la democracia. Explica que el problema se profundiza, ya que en la mayoría de los asuntos sustanciales tanto el Partido Republicano como el Demócrata están a la derecha del electorado.
Simple y directo. Con la pasión de un joven estudiante. Así contesta Chomsky, en diálogo telefónico desde su oficina en el MIT.
Usted defiende la idea de justicia universal, al mismo tiempo, critica las estructuras de opresión; entonces, ¿qué le diría a quienes ven en la ONU, la democracia y los derechos humanos construcciones socioculturales a través de las que las estructuras de poder occidentales justifican su violencia sobre los demás?
Es incorrecto a nivel fáctico. Sería particularmente chocante si hay latinoamericanos que piensan así, porque hubo una importante contribución latinoamericana, especialmente en cuestiones de derecho internacional; con muy buenas razones, ya que son países que sufrieron intervenciones constantes. Tanto la Carta de las Naciones Unidas como la de la Organización de Estados Americanos (OEA), y la Declaración universal de los derechos humanos, se crearon con la participación de varias culturas; son construcciones multiculturales. Gran parte de los puntos consensuados se pensaron en contra del imperialismo occidental. Y creo que estos derechos son aceptados por la gente pero no por los Estados. En el caso de la Declaración universal de los derechos humanos, creo que la mayoría de la gente en el mundo está de acuerdo. Sin embargo, el gobierno de EE.UU., a diferencia de la población, rechaza oficialmente dos tercios de su contenido: los derechos sociales, económicos y culturales. Por lo tanto, históricamente, pienso que en general la gente acepta esos derechos como legítimos, pero los sistemas de poder no, porque inhiben sus acciones.
Acerca de los conflictos en sociedades multiculturales, cuyos ejemplos más dramáticos hoy pueden ser Francia, Gran Bretaña, España, Holanda, ¿cómo se resuelve la aceptación del diferente (cultural) sin comprometer los logros de estos países en materia de derechos individuales?
Así lo ven los europeos, pero en realidad EE.UU. es un ejemplo mucho más extremo de sociedad multicultural. Luego del exterminio de la población indígena americana, todos fueron inmigrantes. En cambio, Europa tiende a ser homogénea. Por eso ahora que están recibiendo oleadas inmigratorias, especialmente de sus ex colonias, tienen problemas. Pero es la historia de EE.UU., donde cada ola de inmigrantes fue tratada brutalmente. En Boston, por ejemplo, luego de la gran inmigración irlandesa de finales del siglo XIX, los restaurantes tenían carteles que prohibían la entrada a perros e irlandeses. La expectativa de vida de un irlandés era de, más o menos, quince años. Sin embargo, con el tiempo fueron asimilados en la sociedad y ahora tienen un rol importante.
Pero en EE.UU. hubo una homogeneización cultural buscada. El problema al que se enfrentan los países europeos es la tensión entre el supuesto ideal democrático de respetar los valores culturales y, al mismo tiempo, la necesidad de hacer respetar los derechos individuales. Tomemos el ejemplo de una familia islámica ortodoxa en Francia y su trato controvertido hacia las mujeres; ¿qué medidas deberían tomarse?
Tenemos el mismo problema en EE.UU. desde sus orígenes. Es una pregunta difícil. Hay un conflicto entre los derechos del individuo y los derechos de la cultura. Hace un tiempo la policía tomó en custodia cuatrocientos niños que formaban parte de una comunidad mormona en Texas. Estaban viviendo en una comunidad poligámica donde existían cargos creíbles de abuso de menores; pero desde el punto de vista de la cultura en la que irrumpieron las autoridades era algo normal. En estos casos es la comunidad nacional entera la que debe tomar una decisión a través del gobierno. Lo mismo pasa con el abuso doméstico, que para algunas familias tradicionales es normal. Las acciones legales son una intromisión en sus costumbres. Estos problemas surgen constantemente y no hay fórmulas simples: deben manejarse con empatía y compasión.
Sin embargo, la suposición que usted tiene de una justicia universal, orientaría aquellas situaciones a favor del derecho individual...
Sí. Y creo que en el fondo de nuestra naturaleza hay una comprensión que emerge con el tiempo. La historia lo demuestra: algunas de las cosas que hoy consideramos aberrantes eran legítimas y normales hace poco tiempo: esclavitud, abuso de la mujer, trabajo infantil, tortura a los animales...

jueves, 19 de marzo de 2009

FRENTE A LA REPRESIÓN, MOVILIZACIÓN




El movimiento antiBolonia de Madrid ante la escalada represiva.


Asambleas de Estudiantes de Madrid


Denunciando las represalias dirigidas hacia sus protestas y reivindicaciones.
El movimiento estudiantil a favor de la paralización de la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (Proceso de Bolonia) aumenta día a día de forma cuantitativa y cualitativa. En las últimas semanas se está evidenciando que la fuerza que va adquiriendo este movimiento empieza a molestar de manera efectiva a ciertos sectores ideológicos, políticos y sociales y sus intereses. Debido a ésto podemos apreciar una escalada importante en las medidas y formas de represión hacia aquellos y aquellas estudiantes que al fin y al cabo defienden una universidad universal, libre y que sea capaz de cumplir su función social desinteresada y el aporte eficaz de conocimiento a la misma. Estos argumentos parecen chocar de forma cada vez más radical con los intereses de estos sectores.
Recopilando un poco de contexto, podemos ver detallados hechos que lo constatan. La gota que quizás empezó a colmar el vaso sucedió el pasado Viernes día 3 de Marzo cuando a nuestra compañera del movimiento estudiantil Sara, la empezaron a increpar un grupo de neonazis en los aledaños de Moncloa por pegar carteles anunciando la manifestación y huelga del día 12. Tiempo más tarde aparecía un grupo más grande y, utilizando puños americanos propiciaron una paliza a la joven.
Las amenazas y agresiones promulgadas por las organizaciones fascistas ya son más que habituales y conocidas, pero no son las únicas. Las instituciones académicas y gubernamentales también han expresado su descontento a través de los únicos métodos efectivos que funcionan cuando faltan argumentos: la utilización del poder violentamente y en forma de represión.
Aparte de la retirada masiva de los carteles y sólo los carteles que proceden de las asambleas contra Bolonia el día 12, con la huelga y la manifestación, los conflictos de intereses alcanzaron el máximo de nivel de contradicción. El legítimo y pacífico toma las calles por parte de miles de estudiantes después de la manifestación desembocó en cargas policiales que hirieron físicamente a multitud de participantes e identificaciones cuyas consecuencias aún están por avistar. Además la acción culminó con las detenciones de una compañera y dos compañeros.
Haciendo incapié en el aspecto interno de la propia universidad y sus organismos propios de represión podemos destacar los altercados ocurridos en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid y la amenaza y agresión por parte del jefe de seguridad a una compañera durante los piquetes de Filosofía y Filología de la misma universidad.
En el fondo, esta lista que podría ser interminable, no refleja más que la impotencia y la desesperación de aquellos que empiezan a ver la lucha contra Bolonia como una amenaza efectiva. Ante todo esto, no cabe pensar en el miedo, o les habrá merecido la pena. Esta señal de imposición es buen termómetro para la valoración positiva acerca de la progresión que va experimentando el movimiento. Cada día somos más fuertes, más numerosos y cada vez más la evidencia muestra y legitima la razón que nos abandera. No podemos dejar pasar estas acciones por parte del poder y aquellos a quienes éste ampara. Nuestro fuerza también ha de hacerse notar. Recordemos siempre que estos sucesos no son hechos aislados, sino que acompañan a una ya emprendida campaña de intento de desmantelación de las movilizaciones ya no sólo contra Bolonia, si no de todo lo que vaya en contra de las lógicas económicas y sociales del Gobierno y los empresarios. Por más que se empeñen, la lucha continúa y se incrementa a marchas forzadas.

International Anti-imperialist Meeting


International Anti-imperialist Meeting
21-22 March 2009, Thessaloniki, Greece

Joint Front of the People of the Balkans Against Imperialism
Ten years have passed from the barbaric bombardments of Yugoslavia by U.S. and European imperialists. The NATO killers massacred the people of Yugoslavia, poisoned the soil with ‘depleted’ uranium, and divided the country into weak protectorates, dooming them into a life of underdevelopment and poverty. Thus they enforced their economic, political and military domination over the Balkans as a whole.
This meeting isn’t going to be held that much about condemning the crime of the past. But mainly to draw the conclusions needed to face up today. Because people still face the same situation, the same dangers and enemies.
The bombs stopped being dropped in Yugoslavia but are being dropped in Palestine, Afghanistan and Iraq, so has anything changed?
The intentions of the imperialists remain the same, the political re-conquest and re-colonialisation of the world. Fundamental rights of toiling masses being under attack by the capital. Condemning millions of people worldwide to death from hunger and diseases, polluting and destroying the planet's life resources.
The situation is becoming worst as time goes by. The crisis of the system sharpens all contradictions and leads to more and more reactionary directions, namely, the intensification of the exploitation of the toiling masses, as the only way out of the crisis. Inter-imperialist contradictions create more and more slaughterhouses for the people of the world.
Ten years after the same questions occur:
Developing the resistance of the Balkan people in order to build up a unified front of the Balkan people fighting against US-Nato dominion.
The reconstruction of peoples movement worldwide at the level of being able to defend employment, freedom, independence and their own lives against the criminal rage of the capitalist-imperial ist system.
Open Meeting: Saturday, 21 of March 2009, 18:30, Polytechnic School of Thessaloniki, Greece

Participants
Left Radical Afghanistan
Bulgarian Worker-Peasant Party
Union of Communists in Bulgaria
‘Bulgarian Workers Union’
Bulgarian Marxist Worker Movement
Sociality Party of Cyprus (KSP)
Communist Party of Greece (marxist-leninist)
Committees to Support Resistance – for Communism (CARC) – Italy
New Communist Party of Romania
Partizan – Turkey
Popular Front for Liberation of Palestine
In the Open Meeting the following mass formations will salute:
ILPS
ATIK
New Democratic Youth – Turkey
Antiwar Anti-imperialist Committee of Karditsa – Greece
Committee Against Bases and Dependence of Chania – Greece
Constanzo Preve – Italian Philosopher
Communist Party of Greece (marxist-leninist)

martes, 17 de marzo de 2009

Pero ¿que Marx? un articulo e Rossana Rossanda para il Manifesto



Pero ¿qué Marx?
Rossana Rossanda
Il Manifesto
Traducido para Rebelión por Liliana Piastra
Con esta crisis tan profunda que estamos padeciendo se vuelve a hablar de Marx, pero muchos se van por las ramas, olvidándose de que su análisis denunciaba al capitalismo por negar de manera estructural la igualdad de los derechos humanos, afirmada por la Revolución francesa. El pánico que ha seguido al crac de las finanzas ha sido breve: ¡cielos, vuelve Marx! ¿Y por qué? Porque los gobiernos han corrido a ayudar a los bancos, refinanciándolos. La intervención fatal del Estado, es decir, la reaparición de Marx... ¡Qué tontería! Después de todo, el susto no ha durado mucho. Los estados, o mejor dicho, los gobiernos, no parecen pedir nada a cambio. Se limitan a decir que no se puede dejar que quiebre un banco porque eso arrastraría también a los ahorradores y a las empresas. Dejar que quebrara Lehman Brothers ha sido un error; salvar a un banco es una acción de salud pública, como hacer frente a una inundación. Así pues, otras empresas piden ayuda, en primer lugar, los grandes fabricantes de automóviles, porque un porcentaje muy importante de su clientela ha dejado de cambiar de coche, con el consiguiente riesgo de despido para cientos de miles de trabajadores, que, estando en paro, le cuestan al Estado y causan tensiones sociales.

Ya sólo en Europa se multiplica el número de parados a corto plazo, por no hablar del este que, habiéndose lanzado alegremente al libre mercado, está aún peor. Hasta los oligarcas que habían acumulado riquezas malvendiendo la propiedad pública están perdiendo parte de ellas. Así es que los mismos que durante veinte años han gritado «menos estado y más mercado» ahora piden la intervención estatal. ¿Qué pinta en ello Marx? Nada. Ante todo, jamás fue partidario del estado, es más, pronosticaba su extinción a plazo fijo; en todo caso fue Lenin quien pensó que la propiedad estatal, pero de un estado proletario, era la última fase antes de la socialización de la propiedad. Ni a los gobiernos ni a las oposiciones actuales se les ha pasado por la cabeza nada parecido. Los primeros hasta tienen reticencias a la hora de definir la naturaleza de ese reparto de caudales. ¿Se trata de un préstamo, o bien de la compra de una parte de los bancos y empresas, cuya propiedad adquirirían en un porcentaje considerable? Sarkozy ha afirmado en fechas recientes, en cuanto a una operación de ese tipo, que se trata de un préstamo a un tipo de interés más bien alto, el 8 por ciento; en fin, que se trataría de una inversión un poco arriesgada. Si no he entendido mal, tan sólo Gordon Brown ha declarado en el Reino Unido que se trata de una participación en el capital accionario de los bancos rescatados, y alguien ha añadido «pro tempore», pero el Estado no meterá baza, no votará en función de las acciones que detente, sino que interviene como caja de emergencia, sin más. Silencio sepulcral sobre los interrogantes que se plantea el ciudadano de a pie: ¿de dónde saca el Estado esos caudales que reparte en concepto de “ayudas”? ¿De la hacienda pública, es decir, de nosotros? ¿Mediante impuestos? ¿Cuáles y cuándo? Sólo Obama declara que subirá los impuestos a las rentas altas, pero con vistas a pagar la cobertura sanitaria para toda la ciudadanía. Los EE.UU. pueden acuñar moneda, aumentando así un déficit público que es cinco veces mayor que el nuestro; pero los estados europeos no pueden hacerlo, sólo podría hacerlo el Banco Central, que no parece tener ninguna intención. Y hasta ayer mismo declaraban estar tan mal de fondos que se veían obligados a hacer recortes drásticos en el gasto público – colegios, hospitales, corporaciones locales. En Francia hasta los tribunales. Finalmente, ¿cómo quedarán reflejadas en los presupuestos del Estado las cantidades concedidas para las ayudas, si es que constan? Las izquierdas, si es que se las puede llamar así, que representarían a los trabajadores, y los propios trabajadores que se echan a la calle gritan: los que han roto el juguete de las finanzas son los dueños de los bancos, ¡que paguen ellos! Onda* ha utilizado el mismo eslogan: no seremos nosotros los que paguemos vuestra crisis. Pero dudo mucho que unos y otros crean en ello. Las izquierdas no están yendo al asalto del crédito, ni siquiera reclaman que, habiéndolo salvado, se convierta en una participación de propiedad pública – lo cual no sería de ninguna forma socialismo sino en cierto modo una medida keynesiana – y que su uso se debata públicamente en los parlamentos y entre las partes sociales.

Hasta hace poco pedían a gritos la privatización de todo lo público. ¿No hemos gritado también nosotros, desde Il Manifesto, contra la propiedad estatal y los boyardos del Estado? ¿No hemos escrito que es el ojo del amo el que engorda el caballo, mientras que las burocracias estatales son inertes y corrompidas? Por otro lado, no teníamos fuerza para proponer que la propiedad pública pasara a la autogestión, entre otras cosas por la duda (no expresada) sobre cómo funcionaría una autogestión como tal en un mundo globalizado. Faltó poco para que beneficiáramos a las privatizaciones de la sanidad y de la educación, en cuyo sentido se han movido alegremente los gobiernos de centroizquierda. Así es que por nuestros pagos, por así decirlo, lo que hay es silencio o solicitud a los gobiernos para que salven a las empresas para que a su vez salven a los trabajadores, en primer lugar a los del sector del automóvil. De «nacionalización» se habla a tontas y a locas, quizás como propiedad estatal transeúnte, desde luego no sometida al control público, a su vez incontrolado (salvo quizás por el Tribunal de Cuentas). Pero nadie hace una reflexión autocrítica sobre el eslogan «menos estado y más mercado». ¿O se me ha pasado? Tampoco se piden condenas para los responsables de la ruina. Ninguno de los que han dejado que su entidad se estampara está acusado de nada. Por lo general, se les ha confirmado en sus puestos. Tengo a la vista, es un decir, al consejero delegado de Fortis, al que han quitado de la dirección, sí, pero con un paracaídas de oro y con un cargo bien retribuido de asesor especial del mismo banco. Para que se trate de una estafa es realmente necesario que gente como Madoff o Stanford hayan engañado a todas luces al prójimo, ofreciendo, por depósitos realizados en bancos de su confianza, casi siempre en paraísos fiscales, intereses fabulosos pagados con los fondos de los nuevos incautos que iban cayendo. Pero hacer que nazcan nuevos títulos unos de otros, «derivarlos» con la esperanza de que el mercado especulativo los compre y revenda antes de que aterricen sobre un trozo de lo que se da en llamar «economía real»¿es o no es una estafa? Cuando los títulos emitidos por una empresa triplicaban su valor con respecto a la base productiva que respaldaba su emisión, en la bolsa explotaba la clásica burbuja. Esta vez no. Los famosos derivados se derivan de otros títulos, basándose en el principio de que, una vez colocado en el mercado, el dinero produce por sí mismo más dinero. ¿Es eso una estafa o hay que llamarlo cariñosamente «ingeniería fiscal», y funciona hasta que se descubre estrepitosamente que el título es incobrable?Al ciudadano de a pie este tipo de operaciones le recuerda el timo aquel del listillo romano que, viendo cómo un campesino admiraba estupefacto el Coliseo, se lo ofrece en venta, el pobre simplón apoquina y el listo se larga con los cuartos. Los bancos han podido vender y revender un virtual, un derivado, un futuro - según Tremonti, los derivados equivalen a doce veces y media el producto industrial bruto ¡de todo el mundo! – sin que esto represente un delito. ¿Fue acaso delito que los holandeses, extasiados con los tulipanes, se disputaran, como si fuera oro, el bulbo de una flor hasta entonces desconocida? Esa fue la primera especulación, lo cuenta Galbraith, y duró hasta que, de repente, se dieron cuenta de que podían conseguir aquel rizoma por dos céntimos. El verano pasado un trader de la Société Générale dejó encendido su ordenador un viernes, un colega le echó el ojo, se dio cuenta de que estaba realizando una concatenación de compras y de ventas de forma temeraria, y avisó a la dirección; ante todo, esta, por si acaso, le encasquetó a otros bancos los títulos jugados y luego lo denunció. Pero ¿de qué se le puede acusar? Ha obrado por amor al arte, no se ha echado nada al bolsillo, ningún superior podía ni debía controlarle, si no le hubiesen parado, el banco habría obtenido grandes ganancias. La Ingeniería financiera trabaja en el ámbito de lo virtual. Calcula en función del deseo. El pobre de Marx no podía ni imaginárselo. Por el contrario, había previsto racionalmente el fin del rentista. Las célebres líneas de los Grundrisse en las que afirma que en un futuro el trabajo se convertiría en una base bien mísera para el incremento de la riqueza, también tomaban en cuenta el enorme cambio de las tecnologías, no el crecimiento parasitario de una especulación (también en cierto modo virtual), que al volverse desmesurada, desemboca en las burbujas y explota destruyendo riqueza, como está sucediendo ahora, tras haberse depositado de paso en este o aquel especulador. Es evidente que lo que hoy en día se llama capital cognitivo no se identifica en la capacidad de George Soros para prever los movimientos de las bolsas. En realidad quien dice cualquier cosa sobre Marx suele olvidar que todo su análisis se basa en el hecho, intolerable para un nietecillo de la revolución francesa, de que el modo capitalista de producción elude la igualdad de derechos que sería propia de todo ser humano, ya que, por el contrario, se basa en la desigualdad entre quien posee los medios de producción y quien sólo posee su fuerza de trabajo, material o inmaterial. En la producción al primero le corresponden el capital, las máquinas (tecnología) y el producto; el segundo es un mero accesorio vivo (incluso puede que inteligentísimo) de la máquina (tecnología); él también es mercancía, puede que preciada a título individual, que se puede comprar y vender en el mercado de trabajo. En la especulación este molesto elemento desaparece, como tiende a desaparecer, hasta la rendición de cuentas, el molesto producto que produce la cotización en bolsa. De la misma manera, mientras el trabajador introduce en el proceso una relativa autonomía de negociación del salario y de los derechos, modifica sus equilibrios. De ahí la furia destructiva de toda huella de su organización, incluso la más elemental, como es el sindicato. Sacconi y Marcegaglia son figuras clásicas del siglo XIX. Todo el movimiento obrero se ha basado en esta introducción en el proceso por parte de los trabajadores, con no pocas simplificaciones, pero con la fuerza de un consistente material humano. En el socialista se tuvo durante algún tiempo, y en el comunista se puede decir que siempre – por lo menos como principio – la convicción de que incluso el mejor de los sindicatos mejoraba pero no modificaba la relación de producción, cuya inexorable falta de libertad reside en que se usa al hombre como instrumento. De ahí la necesidad de un paso revolucionario. Las cosas no ha ido así y no hay ningún misterio en entender sus razones. Ahora el capital ha ganado no sólo en las relaciones de fuerza, que desde siempre han sido desiguales, sino también en la cabeza, en la idea que tiene de sí el que trabaja, ya sin esperanza de lograr su propia emancipación, sino únicamente de salvar su puesto de trabajo, es decir, el salario, identificado con la salvación de la empresa que se lo da. Esto heredamos del siglo XX. Y merece la pena no olvidarlo, en lugar de divagar sobre innovaciones extraordinarias que harían imposible, es más, inútil, cualquier lucha contra el capital justo en el momento en que se debate en unas tremendas contradicciones internas.


* El movimiento estidiantil italiano organizado en torno a las protestas contra la ley Gelmini.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=75219http://www.ilmanifesto.it/il-manifesto/ricerca-nel-manifesto/vedi/nocache/1/numero/20090308/pagina/20/pezzo/244202/?tx_manigiornale_pi1[showStringa]=rossana%2Brossanda&cHash=f0e78

domingo, 15 de marzo de 2009

Perú: Pronunciamiento del FER sobre la agresión sionista en Palestina


FRENTE ESTUDIANTIL REVOLUCIONARIO DE SAN MARCOS

Retomando el Camino Democratico

A PROPÓSITO DE GAZA Y LA INTERVENCIÓN SIONISTA


Reflexiones Sobre Teoría Militar

"La guerra, ese monstruo de matanza entre los hombres... sólo hay un medio para eliminarla: oponer la guerra a la guerra,…la guerra revolucionaria a la guerra contrarrevolucionaria,…la guerra revolucionaria nacional a la guerra contrarrevolucionaria nacional y oponer la guerra revolucionaria de clase a la guerra contrarrevolucionaria de clase." Mao Tse-tung


"Es el deber de los líderes israelí explicar…, un cierto número de hechos... El primero de ellos es que no hay sionismo, colonización ni Estado judío sin el desahucio de los árabes y la expropiación de sus tierras." Ariel Sharon, ex-primer ministro Noviembre de 1998.


Hace un mes que ya cesaron las hostilidades contra la franja de Gaza, pero todos sabemos que el cese es momentáneo. Lo expresado por Ariel Sharon en 1998 no es otra cosa que la política del sionismo israelí contra los países del Medio Oriente; es sabido que Israel cumple un papel importante para los intereses de EEUU, y para cumplirlos no le ha interesado dar duros golpes a la población civil, perjudicando, en este caso, a mujeres y niños palestinos, sino de qué otra manera podrá cumplir «el desahucio de los árabes y la expropiación de sus tierras»; por eso, la necesidad que tienen de aplicar el método que Mao Tse-tung llamaba «secar el estanque para matar el pez», aplicado por el Kuomintang contra las guerrilla comunista china. Es decir, dirigir los golpes a la población para, así, aislar a los combatientes. La espectacular intervención, que ha tenido Israel en Gaza, nos lleva a reflexionar sobre como, en medio de una crisis económica mundial, una de las potencias promotoras y más golpeadas por esta crisis da una advertencia al Medio Oriente y a todos los países que le sirven de refugio económico y espacio estratégico, para poder seguir expoliando las naciones a favor del capital. El mensaje de Estados Unidos es claro: “estamos en crisis, pero somos potencia militar”. Así son The Unite States, siempre dispuestos a una guerra, so pretexto de terrorismo, para manejar sus beneficios económicosEs triste y lamentable lo que en Gaza al pueblo Palestino le ha venido sucediendo; Israel, so pretexto de exterminar a Hamas, con esta intervención, han intentado desplazar a la población, para la «expropiación de sus tierras», golpeándola, enviando misiles directamente al pueblo palestino, intentando sabotear al gobierno de Hamas. Ese es el objetivo siempre del imperialismo en todas sus intervenciones militares; utiliza la política de golpear a la población para aislar a los ejércitos nacionales del pueblo por ser supuestos “terroristas”; a eso se refiere «secar el estanque para matar el pez». Los desplazados de Palestina y de todos los países que han tenido conflictos militares han pasado por esto, complementado con el genocidio de civiles, niños y mujeres. Es por ello, la necesidad de armarse, y armar al pueblo, en defensa de su territorio, en defensa de sus derechos fundamentales, armarse para afrontar una guerra en defensa de su soberanía, de su cultura, de su economía y, si se quiere, en defensa de decidir su propio destino. Todos los países del Tercer Mundo tienen que armarse y conformar ejércitos nacidos de sus mismos pobladores. Pero al armarse se tiene que utilizar un arma lo suficientemente superior contra los tanques, misiles, aviones, helicópteros; un arma que, a causa del repliegue mundial de las posiciones revolucionarias, se ha dejado de lado en muchos lugares, que es la ideología del proletariado. El pueblo, a nivel mundial, se ha estado defendiendo con lo que ha tenido: AKMs, molotovs, armas artesanales, piedras, etc., estos son medios necesarios para la defensa. Palestina lo tiene y todos los grupos armados del Medio Oriente usan estas armas; en Asia también usan estas armas, además de granadas, flechas y espadas; las guerrillas que enarbolan el marxismo en América Latina usan estas armas, y a ellas se les puede sumar la geografía accidentada de sus selvas, arma de defensa muy importante y necesaria, pero lo que se necesita es el arma, que durante las dos terceras partes del siglo XX puso en jaque al imperialismo a nivel mundial, la única ideología que golpeó al imperialismo nazi y puso en su sitio a EEUU en Vietnam. Una cosa es el arma material y otra el arma ideológica; desde Marx, los marxistas sabemos que la «critica de las armas» más de las veces antecede al «arma de la crítica» y que «el poder material tienen que ser derrocado por el poder material», pero que la única forma para que se haga efectivo el triunfo en la guerra es que la «crítica de las armas» y el «arma de la critica» vayan juntos y la única manera es que la ideología del proletariado ¡Ojo! La ideología del proletariado, y no el marxismo de cliché, se fundan en las masas, que las masas hagan suya esta ideología, y como todo ejército popular o de liberación nacional es propiedad del pueblo, tenemos que tener en cuenta todo esto, porque, como diría Marx, «la teoría se convierte en un poder material cuando prende en las masas» y todo ejército del pueblo se hará mas poderoso con la teoría que demostró la debilidad militar del imperialismo. Sino, ¿Quiénes tomaron Berlín y pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial? o ¿Cómo se llamo el “insignificante” país que ridiculizó a EEUU en el Asia? Nosotros no hacemos un llamado a la paz contra la guerra, mas, por el contrario, nosotros hacemos un llamado a la guerra para lograr la paz. O como diría el presidente Mao Tse tung: «Oponer la guerra a la guerra,… Oponer la guerra revolucionaria nacional a la guerra contrarrevolucionaria nacional».¿Por qué señalamos esto? Porque una cosa es la paz estructural y otra cosa la paz coyuntural, una cosa es la guerra militar y otra la guerra política. Tanto los dos tipos de paz y los dos tipos de guerra, a la vez de tener características que los diferencia, uno y otro aspecto son indisolubles, y uno u otro aspecto se impone según el desenvolvimiento de los hechos. Por ello, Mao Tse-tung señalaba que «La guerra y la paz se excluyen mutuamente y, al mismo tiempo, están interconectadas; además, en determinadas condiciones, la una se transforma en la otra».Hay veces que, ante una momentánea derrota, se tiene que dejar la guerra militar: la «critica de las armas» y desarrollar la guerra política: el «arma de la critica».Existe ejércitos que usan la paz coyuntural para mantenerse en buenas condiciones en la guerra política, y sólo usando la guerra militar, la humanidad podrá lograr la paz estructural. Es decir, los marxistas, si queremos paz estructural, tenemos que hacer guerra militar prolongada; se tiene que usar la paz coyuntural y desenvolverse dentro de las condiciones de una guerra política que permita más adelante tener mejores condiciones en la guerra militar, para lograr la paz estructural. Parece un trabalengua pero así es como consideramos el problema de la guerra, que está basado en lo dicho por Clausewitz y tomado por Lenin: «La guerra es la continuación de la política por otros medios».El pueblo Palestino sabe que este cese al fuego es momentáneo; aunque es un triunfo militar momentáneo, saben que tienen que manejarse ante esta contradicción de la paz y la guerra; tienen que ayudarse del rechazo internacional a Israel y de una opinión pública mundial favorable; insistir en llamados a conversaciones para la paz que Israel siempre rechazará, pero a pesar de ello, tiene que seguir insistiendo en la participación en elecciones y la participación legal en el aparato gubernamental de Palestina, aunque Israel criminalice a toda clase de político electo: ministros del gobierno, parlamentarios y activistas de los partidos políticos. Esta actividad es necesaria y compete a la Guerra Política en momentos de paz coyuntural. Pero es necesario y más indispensable que el pueblo palestino se prepare para una guerra definitiva contra Israel, no hay otra manera que no sea una Guerra Militar; el pueblo palestino tiene que tomar la experiencia del proletariado a nivel internacional, para un buen uso de la Paz y la Guerra, para la defensa nacional y la toma del poder; tiene que aprender tanto de las experiencias exitosas, como es el caso de Rusia y China que supieron usarla para fortalecer sus fuerzas, o como de aquellas que presentando problemas ideológicos, permiten sacar lecciones positivas como es el caso del actual Nepal o Colombia y, a la vez, aprender de las experiencias negativas como es el caso del Perú donde los oportunistas de derecha disfrazados de radicales de izquierda hicieron un uso mecánico y dogmático de la guerra y la paz, negando que «en determinadas condiciones, la una se transforma en la otra», generándose una derrota militar; Palestina tiene que tomar en cuenta estos ejemplos, pues los países oprimidos del mundo hoy aprenden de su resistencia. Pero una guerra es un conflicto entre dos partes; por eso, también creemos que es necesaria la protesta interna contra la guerra en Israel mismo; por ello, consideramos que fue positiva y saludable la intervención del Partido Comunista de Israel (PCI) y los demás partidos de izquierda que convocaron el 3 de enero un acto de protesta en momentos en que se realizaba el conflicto, pues cerca de 130 mil personas participaron para exigir la paz y el cese al fuego bajo la consigna: "Judíos y árabes no queremos ser enemigos". Es bueno que la demanda del PCI sea: «una tregua completa y el fin del asedio a Gaza ¡AHORA!» Es necesario reconocer que en torno a este conflicto de invasión contra el pueblo palestino, es oportuna este tipo de protestas, pero sería mucho más favorable, si el PCI inicia una guerra militar por la paz estructural contra el Estado sionista o al menos, seria bastante si se prepara para ello. El PCI no debe olvidar el papel que deben cumplir los partidos comunistas del mundo, que es armarse contra sus Estados para la toma del poder y la construcción del socialismo. Lo de Gaza no sólo debe ser un llamado por la paz, sino además un apoyo a la preparación para su defensa.
Por eso, en Gaza, más allá de la sensiblería burguesa que algunos marxistas de cliché han expresado, antepongamos la indignación proletaria, contra las atrocidades que Israel y EEUU vienen desenvolviendo contra el pueblo palestino. Además, damos un saludo efusivo al pueblo palestino por el triunfo militar y político ante este ataque sionista, pues aunque es sólo momentáneo, han resistido sin dejar sus territorios defendiéndolos, impidiendo la «expropiación de sus tierras» con la vida de muchos de sus hijos. También hacemos un llamado a la juventud revolucionaria internacional a que se plegue a la ideología del proletariado, para la defensa de sus naciones y a usar la indisoluble relación que existe entre paz y guerra. Por que hoy toda guerra de Liberación Nacional y de resistencia es revolucionaria y una fuerza importante contra el imperialismo. «Todas las guerras contrarrevolucionarias son injustas; todas las guerras revolucionarias son justas». La guerra de Palestina es justa, y la guerra de rapiña de Israel y EE.UU. es injusta; nos plegamos al cese al fuego en Gaza por parte del sionismo de Israel. Llamamos al proletariado palestino e israelí, y a las naciones oprimidas del mundo, a desenvolver una guerra revolucionaria prolongada por la paz estructural.


¡FUERA EL SIONISMO DE GAzA E ISRAEL! ¡VIVA LA HEROICA RESISTENCIA DEL PUEBLO PALESTINO!

¡HOY TODA GUERRA DE PALESTINA ES JUSTA Y TODA GUERRA SIONISTA INJUSTA!

! ¡APOYAMOS LAS GUERRAS JUSTAS Y NOS OPONEMOS A LAS INJUSTAS!

¡TOMEMOS LA IDEOLOGÍA DEL PROLETARIADO Y LUCHEMOS CONTRA EL REVISIONISMO DEL SIGLO XXI!!

¡EL FER SE RECONSTITUYE EN MEDIO DE LA LUCHA POPULAR!


Comité Coordinador del Frente Estudiantil Revolucionario

C.U. Marzo del 2009

sábado, 14 de marzo de 2009

Túnez: Futuro y lucha de clases

Entrevista a Maya Jribi, dirigente del Partido Democrático Progresista

Túnez:“Nuestros jóvenes no tienen ni esperanza ni futuro”

AUTOR: IL MANIFESTO

Traducido por Gorka Larrabeiti /TLAXCALA


“En Túnez los jóvenes han perdido las esperanzas y las perspectivas de futuro. El movimiento de Gafsa apela a toda la sociedad”. Lo dice la bióloga tunecina Maya Jribi, dirigente del Partido Democrático Progresista (PDP), que apoya con fuerza la lucha de los mineros de Gafsa. El PDP es uno de los principales partidos de oposición al presidente Zine AlAbidine Ben Ali, antiguo jefe de los servicios secretos militares, que gobierna el país desde que el 7 de noviembre de 1987 un colegio de médicos determinó la incapacidad física del viejo Burghiba para seguir en el poder.

Usted es la primera mujer que dirige un partido político en Túnez...

… Y espero no ser la única. Hay otras mujeres que están emergiendo en la política, aunque aún están poco organizadas, tienen poca visibilidad y poco poder. No somos muchas porque los engranajes de la política pueden parecer demasiado complejos o sacrificados. Yo nunca he pensado que pudiera tener menos posibilidades que los hombres, y he de decir que no he sufrido discriminaciones ni dentro ni fuera del partido. Soy feminista, provengo de las organizaciones estudiantiles, siempre he trabajado con los militantes de base, las mujeres me han votado. En el 83 fundé el partido junto con el abogado Ahmed Nejib Chebbi, que lo dirigió hasta el congreso de diciembre de 2006 y hoy forma parte de los 28 miembros de la oficina política. En 2006 presenté mi candidatura al congreso y gané a Ahmed Nejib. Al principio el partido se llamaba Agrupación Socialista Progresista y reunía a un cierto número de grupos marxistas. En 2001 lo volvimos a bautizar con el nombre de PDP para ensanchar nuestra base ideológica. Reúne distintas corrientes, desde antiguos marxistas a islamistas progresistas pasando por militantes por la democracia. Estamos intentando amalgamarlos conforme a un programa común, dejando a un lado los partidismos.

¿Cuál es vuestro programa?

Gira en torno a dos ejes centrales: democracia y libertad, articulados en términos de lucha por el trabajo y mejora de las condiciones de vida de las clases populares, para dar respuesta a las cuestiones sociales. Respaldamos la lucha en la cuenca minera de Gafsa: un movimiento de fuerte crítica social, nacido de la indignación popular y favorecido por algunos cuadros sindicales que han hecho de correa de transmisión entre las instancias regionales y la gente. Un movimiento espontáneo formado mayormente por jóvenes desempleados que pelean contra la subida de precios y a quienes reprimen con dureza. El pasado mes de junio murieron dos chicos. Uno murió electrocutado durante una sentada ante una central eléctrica. Tenía unos cables en las manos, los responsables regionales le dijeron: “como no te vayas, enchufamos la corriente”. Él no se movió y ellos dieron la corriente. Los sindicatos intentaron mediar proponiendo soluciones realistas para que la situación no degenerara, pero el poder detuvo a decenas de personas. Gafsa es el primer movimiento de jóvenes, casi todos veinteañeros. Son hijos de la protesta de noviembre del 87 de hace 21 años cuando las revueltas populares parecían anunciar un verdadero cambio y no la política de seguridad que presenciamos hoy. Desde 2004, se ha juzgado a 5.000 jóvenes en un país de 10 millones. Muchos han padecido condenas durísimas. Como partido estamos a favor de la anulación del “proceso a los 38”, de la libertad de los prisioneros políticos y la amnistía. Pero sobre todo queremos que crezca el carácter político de la protesta. Durante el asedio a Gaza, la gente salía a la calle y relacionaba la resistencia de los palestinos con la de Gafsa, la dimensión local con la internacional.

Muchos jóvenes tunecinos que desembarcan en las costas de Lampedusa provienen de la cuenca de Gafsa.

El gobierno aborda el problema de la inmigración como mero suceso de crónica, mientras que se trata de un problema profundo y grave. Los jóvenes han perdido las esperanzas, las perspectivas y persiguen un espejismo al otro lado del mar. Hace falta un gran debate en Túnez para encarar esta y otras tendencias que afectan a las generaciones jóvenes. Hay asimetría en las relaciones bilaterales entre Túnez e Italia, y una falta de proyectos de desarrollo entre Túnez y los países mediterráneos. No hay que mirar a la dimensión securitaria de la migración, que en todo caso es un aspecto del problema, una consecuencia.

Desde 1989 hasta 1999 vuestro partido ha participado en las elecciones legistlativas, pero sin obtener representación en el Parlamento. ¿Cuál es vuestra capacidad para incidir en la realidad del país?

En Túnez no se hacen sondeos: es difícil precisar cuántos somos, pero nos consideran el primer partido de oposición. El grueso de nuestros militantes lo constituyen intelectuales provenientes de las clases medias. Imprimimos 10.000 copias de nuestro semanario Al Mawfik, uno de los tres periódicos de oposición, y se calcula que lo leen unas 32.000 personas. Nos citan y nos llaman televisiones satelitales árabes, que tienen mucha mayor audiencia que la televisión oficial. Al Jazeera nos llama a menudo.

El presidente Ben Alí se presenta por quinta vez. Vuestro partido quedará excluido de la competición electoral de 2009 por falta de diputados.

A finales de octubre se celebrarán el mismo día las legislativas y las presidenciales, pero las condiciones para participar son muy complicadas debido a leyes excepcionales promulgadas para impedir que Ben Alí tenga adversarios serios. Comenzamos la campaña hace un año, cuando en Túnez lo normal es hacerlo a última hora, 15 días antes de las elecciones, sin debate y a remolque de los mecanismos del poder. Después de presentar a nuestro candidato, el abogado Chebbi, sacaron una ley según la cual sólo pueden participar los secretarios de partido. Decidimos mantener la candidatura igualmente. Uno de nuestros principales objetivos es la alternancia de poder. Otro punto, las elecciones libres. Aunque esta vez no podamos, lo intentaremos de nuevo en 2014. Mientras tanto, recogemos la confianza. Nuestro eslogan es: por unas elecciones libres y normales, para que una autoridad ajena al sistema de poder efectúe un control riguroso. Hasta ahora quien controlaba era el Ministerio del Interior: estas elecciones deberían ser la ocasión de un equilibrio y un debate. El ciudadano lleva 50 años sin elegir, no hay apertura al desarrollo, sino un gran desequilibrio entre regiones, corrupción y nepotismo. El 5 de enero los jóvenes salieron a la calle en Gafsa precisamente por un concurso oposición trucado.

Texto de Geraldina Colotti



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Fuente: «I nostri giovani, senza speranza né futuro»

Artículo original publicado el 29 de enero de 2009

Un articulo del camarada J.V. Stalín




J. V. Stalin
LA REVOLUCION DE OCTUBRE

Y LA TACTICA DELOS COMUNISTAS RUSOS
Prefacio al libro Camino de Octubre

17 de diciembre de 1924
De la colección:
J. V. Stalin, Cuestiones del leninismo


EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS PEKIN

Versión digital De Marx a Mao






III
ALGUNAS PARTICULARIDADES DE LA TACTICA DE LOS BOLCHEVIQUES EN EL PERIODO DE LA PREPARACION

DE OCTUBRE
Para comprender la táctica de los bolcheviques en el período de la preparación de Octubre, hay que conocer, por lo menos, algunas particularidades sumamente importantes de esta táctica. Ello es tanto más necesario, por cuanto en los numerosos
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folletos acerca de la táctica de los bolcheviques a menudo se pasa por alto precisamente esas particularidades.
¿Qué particularidades son ésas?
Primera particularidad. Oyendo a Trotski, podría creerse que en la historia de la preparación de Octubre existen tan sólo dos períodos: el período de reconocimiento y el período de la insurrección, y que lo demás, de mal procede. ¿Qué fue la manifestación de abril de 1917? "La manifestación de abril, que fue más a la 'izquierda' de lo dispuesto, constituyó una operación de reconocimiento para pulsar el estado de ánimo de las masas y sus relaciones con la mayoría de los Soviets". ¿Y qué fue la manifestación de julio de 1917? Según Trotski, "también esta vez la cosa se redujo, en el fondo, a un nuevo reconocimiento, más profundo, en una etapa nueva y más elevada del movimiento". Ni que decir tiene que la manifestación de junio de 1917, organizada a instancias de nuestro Partido, con mayor razón debe ser calificada, según Trotski, de "reconocimiento".
Resulta pues que en marzo de 1917 los bolcheviques tenían ya preparado un ejército político de obreros y campesinos y que, si no lo emplearon para la insurrección ni en abril, ni en junio, ni en julio y sólo se dedicaron a hacer "reconocimientos", ello fue, única y exclusivamente, porque "los datos de los reconocimientos" no proporcionaban entonces "indicios" favorables.
Ni que decir tiene que esta concepción simplista de la táctica política de nuestro Partido no es sino una confusión de la táctica militar corriente con la táctica revolucionaria de los bolcheviques.
En realidad, todas aquellas manifestaciones fueron, ante todo, resultado de la acometividad espontánea de las masas,
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resultado de su indignación contra la guerra, indignación que pugnaba por manifestarse en la calle.
En realidad, el papel del Partido consistía entonces en dar a las acciones espontáneas de las masas una forma y una dirección que respondiesen a las consignas revolucionarias de los bolcheviques.
En realidad, los bolcheviques no tenían ni podían tener en marzo de 1917 un ejército político preparado. Lo fueron for mando (y lo formaron, por fin, hacia octubre de 1917) sólo en el transcurso de la lucha y de los choques de clases de abril a octubre de 1917; lo formaron pasando por la manifestación de abril, y por las manifestaciones de junio y julio, y por las elecciones a las Dumas de distrito y urbanas, y por la lucha contra la korniloviada, y por la conquista de los Soviets. Un ejército político no es lo mismo que un ejército militar. Mientras que el mando militar comienza la guerra disponiendo ya de un ejército formado, el Partido debe crear su ejército en el curso de la lucha misma, en el curso de los choques entre las clases, a medida que las masas mismas se van convenciendo, por propia experiencia, de que las consignas del Partido son acertadas, de que su política es justa.
Naturalmente, cada una de esas manifestaciones arrojaba, al mismo tiempo, cierta luz sobre correlaciones de fuerzas imperceptibles a simple vista; constituía, en cierto modo, un reconocimiento, pero éste no era el motivo de la manifestación, sino un resultado natural de ella.
Analizando los acontecimientos de vísperas de la insurrección de octubre y comparándolos con los acontecimientos de abril-julio, Lenin dice:
"La situación se presenta, precisamente, de modo distinto a como se presentaba en vísperas del 20 y el 21 de abril, del 9 de junio y del 3 de julio, pues entonces nos hallábamos ante una efervescencia espontánea,
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que nosotros, como partido, o bien no percibíamos (20 de abril), o con teníamos, dándole la forma de una manifestación pacífica (9 de junio y 3 de julio). Porque entonces sabíamos bien que los Soviets no eran todavía nuestros, que los campesinos creían todavía en el camino liberdanista chernovista, y no en el camino bolchevique (el de la insurrección); que, por consiguiente, no podíamos contar con la mayoría del pueblo y, por ello, la insurrección sería prematura" (v. t. XXI, pág. 345).
Es evidente que sólo con "reconocimientos" no se puede ir muy lejos.
Por lo visto, no se trata de "reconocimientos", sino de que:
1) durante todo el período de la preparación de Octubre, el Partido no dejó un momento de apoyarse, para su lucha, en el auge espontáneo del movimiento revolucionario de las masas;
2) al apoyarse en este auge espontáneo, el Partido conservaba en sus manos la dirección indivisa del movimiento;
3) tal dirección del movimiento le facilitaba la formación del ejército político de masas para la insurrección de Octubre;
4) tal política debía necesariamente llevar a que toda la preparación de Octubre se hiciese bajo la dirección de un solo partido, el Partido Bolchevique;
5) tal preparación de Octubre llevó, a su vez, a que, como resultado de la insurrección de Octubre, el Poder quedase en manos de un solo partido, el Partido Bolchevique.
Por tanto, la dirección indivisa de un solo partido, del Partido Comunista, como factor esencial de la preparación de Octubre tal es el rasgo característico de la Revolución de Octubre, tal es la primera particularidad de la táctica de los bolcheviques en el período de la preparación de Octubre.
Es poco necesario demostrar que, sin esta particularidad de la táctica de los bolcheviques, la victoria de la dictadura del proletariado, bajo el imperialismo, hubiera sido imposible.
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Por esto, la Revolución de Octubre se distingue ventajosamente de la revolución de 1871 en Francia, donde compartían la dirección de la revolución dos partidos, de los cuales ninguno puede ser calificado de partido comunista.
Segunda particularidad. La preparación de Octubre se llevó a cabo, pues, bajo la dirección de un solo partido, del Partido Bolchevique. Pero ¿cómo ejercía el Partido esa dirección? ¿Y qué línea seguía para ejercer esa dirección? Tal dirección se ejercía siguiendo la línea de aislar a los partidos conciliadores, por ser los grupos más peligrosos en el período de desen cadenamiento de la revolución, de aislamiento de los eseristas y los mencheviques.
¿En qué consiste la regla estratégica fundamental del leninismo?
Consiste en reconocer que:
1) el más peligroso apoyo social de los enemigos de la revolución, en el período en que se avecina un desenlace revolucionario, lo constituyen los partidos conciliadores ;
2) es imposible derrocar al enemigo (al zarismo o a la burguesía) sin haber aislado a estos partidos;
3) en el período preparatorio de la revolución, los principales tiros deben, por ello, dirigirse a aislar a estos partidos, a desgajar de ellos a las amplias masas trabajadoras.
En el período de la lucha contra el zarismo, en el período preparatorio de la revolución democrático-burguesa (1905-1916), el apoyo social más peligroso del zarismo era el partido liberal-monárquico, el partido de los demócratas constitucionalistas. ¿Por qué? Por ser un partido conciliador, el partido de la conciliación entre el zarismo y la mayoría del pueblo, es decir, el campesinado en su conjunto. Es natural que el Partido dirigiese entonces sus principales golpes contra los demócratas constitucionalistas, pues sin aislarlos no podía contarse
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con la ruptura de los campesinos con el zarismo, y sin asegurar esta ruptura no podía contarse con la victoria de la revolución. Muchos no comprendían entonces esta particularidad de la estrategia bolchevique y acusaban a los bolcheviques de excesiva "inquina a los demócratas constitucionalistas", afirmando que la lucha contra los demócratas constitucionalistas hacía que los bolcheviques "perdieran de vista" la lucha contra el enemigo principal: el zarismo. Pero estas acusaciones, infundadas, revelaban una incomprensión evidente de la estrategia bolchevique, que exigía el aislamiento del partido conciliador para facilitar y acercar la victoria sobre el enemigo principal.
Es poco necesario demostrar que, sin esta estrategia, la hegemonía del proletariado en la revolución democrático-burguesa hubiera sido imposible.
En el período de la preparación de Octubre, el centro de gravedad de las fuerzas en lucha se desplazó a un nuevo plano. Ya no había zar. El partido demócrata constitucionalista se había transformado, de fuerza conciliadora, en fuerza gobernante, en la fuerza dominante del imperialismo. La lucha ya no se libraba entre el zarismo y el pueblo, sino entre la burguesía y el proletariado. En este período, el apoyo social más peligroso del imperialismo lo constituían los partidos democráticos pequeñoburgueses, los partidos eserista y menchevique. ¿Por qué? Porque estos partidos eran entonces partidos conciliadores, partidos de la concíliación entre el imperialismo y las masas trabajadoras. Es natural que los principales golpes de los bolcheviques fueran dirigidos entonces contra estos partidos, pues sin el aislamiento de estos partidos no se podía contar con la ruptura de las masas trabajadoras y el imperialismo, y sin conseguir esta ruptura no se podía contar con la victoria de la revolución soviética. Muchos no comprendían entonces esta particularidad de la táctica bolchevique, acusando a los
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bolcheviques de "excesivo odio" a los eseristas y a los mencheviques y de "olvido" del objetivo fundamental. Pero todo el período de la preparación de Octubre evidencia elocuentemente que sólo gracias a esta táctica pudieron los bolcheviques asegurar la victoria de la Revolución de Octubre.
El rasgo característico de este período consiste en una radicalización más profunda de las masas trabajadoras del campo, en su decepción respecto a los eseristas y los mencheviques, en su alejamiento de estos partidos, en su viraje para agruparse directamente en torno al proletariado, única fuerza consecuentemente revolucionaria, capaz de llevar el país a la paz. La historia de este período es la historia de la lucha entre los eseristas y los mencheviques, de una parte, y los bolcheviques, de otra, por atraerse a las masas trabajadoras del campo, por conquistar a estas masas. Decidieron la suerte de esta lucha el período de la coalición, el período de la kerenskiada, la negativa de los eseristas y los mencheviques a confiscar las tierras de los terratenientes, la lucha de los eseristas y los mencheviques por la continuación de la guerra, la of ensiva de junio en el frente, la pena de muerte para los soldados y la sublevación de Kornílov. Y estos factores decidieron la suerte de esa lucha exclusivamente en favor de la estrategia bolchevique. Pues, sin aislar a los eseristas y a los mencheviques era imposible derrocar al gobierno de los imperialistas, y sin derrocar a este gobierno era imposible salir de la guerra. La política de aislamiento de los eseristas y los mencheviques resultó ser la única política acertada.
Así, pues, aislamiento de los partidos menchevique y ese rista, como línea principal de la dirección de la preparación de Octubre: tal es la segunda particularidad de la táctica de los bolcheviques.
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Es innecesario demostrar que, sin esta particularidad de la táctica de los bolcheviques, la alianza entre la clase obrera y las masas trabajadoras del campo hubiera quedado suspendida en el vacío.
Es significativo que, en sus Enseñanzas de Octubre, Trotski no diga nada, o casi nada, de esta particularidad de la táctica bolchevique.
Tercera particularidad. La dirección del Partido en la pre paración de Octubre seguía, pues, la línea de aislar a los par tidos eserista y menchevique, la de desgajar de estos partidos a las amplias masas obreras y campesinas. Pero ¿cómo conseguía, concretamente, el Partido llevar a cabo este aislamiento?, ¿en qué forma y bajo qué consigna? Lo llevaba a cabo en la forma de un movimiento revolucionario de las masas por eí Poder de los Soviets, bajo la consigna de "¡Todo el Poder a los Soviets!", luchando por transformar a los Soviets, de organismos de movilización de las masas, en organismos de la insurrección, en organismos de Poder, en el aparato de un nuevo Estado, del Estado proletario.
¿Por qué se aferraron los bolcheviques precisamente a los Soviets como a la palanca fundamental de organización, que podía contribuir al aislamiento de los mencheviques y de los eseristas, que podía impulsar la revolución proletaria y estaba llamada a llevar a las masas de millones y millones de trabajadores a la victoria de la dictadura del proletariado?
¿Qué son los Soviets?
"Los Soviets -- decía Lenin ya en septiembre de 1917 -- son un nuevo aparato de Estado que, en primer lugar, proporciona la fuerza armada de los obreros y de los campesinos, fuerza que no está, como lo estaba la del viejo ejército permanente, apartada del pueblo, sino ligada a él del modo más estrecho; en el sentido militar, esta fuerza es incomparablemente más poderosa que las anteriores; en el sentido revolucionario, no puede ser remplazada por ninguna otra. En segundo lugar, este
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aparato proporciona una ligazón tan estrecha e indisoluble con las masas, con la mayoría del pueblo, una ligazón tan fácil de controlar y renovar, que en el aparato del Estado anterior no hay nada que se le parezca. En tercer lugar, este aparato, por ser elegibles y revocables a voluntad del pueblo, sin formalidades burocráticas, los hombres que lo integran, es mucho más democrático que los aparatos anteriores. En cuarto lugar, este aparato proporciona una sólida ligazón con las profesiones más diversas, facilitando de este modo, sin burocracia, las más distintas y más profundas reformas. En quinto lugar, proporciona una forma de organización de la vanguardia, es decir, de la parte más consciente, más enérgica y más avanzada de las clases oprimidas, de los obreros y de los campesinos, constituyendo, de este modo, un aparato por medio del cual la vanguardia de las clases oprimidas puede elevar, educar, instruir y guiar a toda la gigantesca masa de estas clases, que hasta hoy permanecía completamente al margen de la vida política, al margen de la historia. En sexto lugar, proporciona la posibilidad de conjugar las ventajas del parlamentarismo con las ventajas de la democracia inmediata y directa, es decir, reúne en la persona de los representantes elegidos por el pueblo la función legislativa y la ejecutiva. Comparado con el parlamentarismo burgués, es un avance de trascendencia histórica mundial en el desarrollo de la democracia. . . Si la iniciativa creadora popular de las clases revolucionarias no hubiera organizado los Soviets, la revolución proletaria en Rusia se vería condenada al fracaso, pues, con el viejo aparato, el proletariado no habría podido, indudablemente, mantenerse en el Poder. En cuanto al nuevo aparato, es imposible crearlo de golpe" (v. t. XXI, págs. 258-259).
Por eso, los bolcheviques se aferraron a los Soviets como al eslabón orgánico fundamental, que podía facilitar la organización de la Revolución de Octubre y la creación del nuevo y po deroso aparato del Estado proletario.
Desde el punto de vista de su desarrollo interno, la consigna de "¡Todo el Poder a los Soviets!" pasó por dos etapas: la primera, hasta la derrota de los bolcheviques en julio, durante la dualidad de poderes, y la segunda, después de la derrota de la sublevación de Kornílov.
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En la primera etapa, esta consigna significaba la ruptura del bloque de los mencheviques y los eseristas con los demócratas constitucionalistas, la formación de un gobierno soviético, integrado por mencheviques y eseristas (pues los Soviets estaban entonces en sus manos), la libertad de agitación para la oposición (es decir, para los bolcheviques) y libertad de lucha entre los partidos en el seno de los Soviets, con la esperanza de que esta lucha permitiría a los bolcheviques conquistar los Soviets y modificar la composición del gobierno soviético mediante un desarrollo pacífico de la revolución. Este plan no era, naturalmente, la dictadura del proletariado. Pero, sin duda alguna, facilitaba la preparación de las condiciones necesarias para asegurar la dictadura, pues al colocar en el Poder a los mencheviques y eseristas y al obligarles a poner en práctica su plataforma antirrevolucionaria, aceleraba el desenmascaramiento de la verdadera naturaleza de esos partidos, aceleraba su aislamiento, su separación de las masas. Sin embargo, la derrota de los bolcheviques en el mes de julio interrumpió este proceso, dando ventaja a la contrarrevolución de los generales y los demócratas constitucionalistas y arrojando a los eseristas y a los mencheviques en sus brazos. Esta circunstancia obligó al Partido a retirar por el momento la consigna de "¡Todo el Poder a los Soviets!", para volver a lanzarla cuando se produjera un nuevo auge de la revolución.
La derrota de la sublevación de Kornílov inauguró la segunda etapa. La consigna de "¡Todo el Poder a los Soviets!" se puso de nuevo a la orden del día. Pero ahora esta consigna no significaba ya lo mismo que en la primera etapa. Su contenido había cambiado radicalmente. Ahora, esta consigna significaba la ruptura completa con el imperialismo y el paso del Poder a los bolcheviques, pues los Soviets eran ya, en su mayoría, bolcheviques. Ahora, esta consigna significaba que la
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revolución abordaba el establecimiento de la dictadura del proletariado mediante la insurrección. Es más: esta consigna significaba ahora la organización de la dictadura del proletariado y su constitución en Estado.
La táctica de transformación de los Soviets en organismos de Poder del Estado tenía una importancia inapreciable, porque apartaba del imperialismo a las masas de millones y millones de trabajadores, desenmascaraba a los partidos menchevique y eserista como instrumentos del imperialismo y llevaba a las masas por vía directa, digámoslo así, a la dictadura del proletariado.
Por tanto, la política de transformación de los Soviets en organismos de Poder del Estado, como la condición primordial para el aislamiento de los partidos conciliadores y para la victoria de la dictadura del proletariado: tal es la tercera particularidad de la táctica de los bolcheviques en el período de la preparación de Octubre.
Cuarta particularidad. El cuadro quedaría incompleto si no examináramos cómo y por qué consiguieron los bolcheviques transformar las consignas de su Partido en consignas para millones y millones de masas, en consignas que impulsaban la revolución; cómo y por qué lograron convencer de que su política era acertada, no sólo a la vanguardia y no sólo a la mayoría de la clase obrera, sino también a la mayoría del pueblo.
La realidad es que, para el triunfo de una revolución, si esta revolución es auténticamente popular y engloba a millones de hombres, no basta que las consignas del Partido sean acertadas. Para que la revolución triunfe, es necesario, además, otra condición indispensable, a saber: que las masas se convenzan ellas mismas, por propia experiencia, de que esas consignas son acertadas Sólo en tal caso las consignas del Partido se convierten en consignas de las masas mismas. Sólo en tal caso la
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revolución se convierte en una auténtica revolución popular. Una de las particularidades de la táctica de los bolcheviques durante el período de la preparación de Octubre es que supo trazar certeramente las rutas y los virajes que llevan de un modo natural a las masas a identificarse con las consignas del Partido, al umbral mismo, por decirlo así, de la revolución, y de este modo hacen más fácil para ellas el percibir, comprobar y reconocer, por propia experiencia, que esas consignas son acertadas. En otros términos: una de las particularidades de la táctica de los bolcheviques es que no confunde la dirección del Partido con la dirección de las masas; que ve claramente la diferencia entre esa primera dirección y la segunda; que no sólo es, por tanto, la ciencia de dirigir al Partido, sino también la de dirigir a las masas de millones y millones de trabajadores.
La experiencia de la convocatoria y disolución de la Asamblea Constituyente es una manifestación patente de esa particularidad de la táctica bolchevique.
Sabido es que los bolcheviques habían lanzado la consigna de República de los Soviets ya en abril de 1917. Sabido es que la Asamblea Constituyente era un parlamento burgués, en contradicción flagrante con los principios de la República de los Soviets. ¿Cómo pudo ocurrir que los bolcheviques, marchando hacia la República de los Soviets, exigieran al mismo tiempo del Gobierno Provisional la convocatoria inmediata de la Asamblea Constituyente? ¿Cómo pudo ocurrir que los bolcheviques, no sólo participaran en las elecciones, sino que convocaran ellos mismos la Asamblea Constituyente? ¿Cómo pudo ocurrir que un mes antes de la insurrección, cuando se estaba pasando de lo viejo a lo nuevo, los bolcheviques admitieran la posibilidad de una combinación temporal de la República de los Soviets y de la Asamblea Constituyente?
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"Ocurrió" esto porque:
1) la idea de la Asamblea Constituyente era una de las ideas más extendidas entre las amplias masas de la población;
2) la consigna de convocatoria inmediata de la Asamblea Constituyente permitía desenmascarar con más facilidad la naturaleza contrarrevolucionaria del Gobierno Provisional;
3) para desprestigiar ante las masas populares la idea de la Asamblea Constituyente, era indispensable llevar a estas masas, con sus reivindicaciones sobre la tierra, la paz y el Poder de los Soviets, hasta los muros de la Asamblea Constituyente, haciéndolas chocar, de esta manera, con la Asamblea Constituyente real y viva;
4) ésta era la única forma de hacer que las masas se con vencieran fácilmente, por experiencia propia, del carácter contrarrevolucionario de la Asamblea Constituyente y de la necesidad de su disolución;
5) todo esto implicaba, naturalmente, la posibilidad de una combinación temporal de la República de los Soviets y de la Asamblea Constituyente, como uno de los medios de eliminar a esta última;
6) semejante combinación, llevada a cabo siempre y cuando que todo el Poder pasase a los Soviets, sólo podía significar la supeditación de la Asamblea Constituyente a los Soviets, su transformación en un apéndice de los Soviets, su extinción sin dolor.
Huelga demostrar que, sin semejante política de los bolche viques, la disolución de la Asamblea Constituyente no habría sido tan fácil, y que las acciones posteriores de los eseristas y los mencheviques bajo la consigna de "¡Todo el Poder a la Asamblea Constituyente!" no habrían fracasado con tal estrépito.
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"Participamos -- dice Lenin -- en las elecciones al paríamento burgués de Rusia, a la Asamblea Constituyente, en septiembre-noviembre de 1917. ¿Era acertada nuestra táctica o no?. . . ¿Acaso nosotros, los bolcheviques rusos, no teníamos en septiembre-noviembre de 1917 más derecho que todos los comunistas del Occidente a considerar que el parlamentarismo había sido superado políticamente en Rusia? Lo teníamos, naturalmente, pues la cuestión no estriba en si los parlamentos burgueses existen desde hace mucho o poco tiempo, sino en el grado de preparación (ideológica, política y práctica) de las grandes masas trabajadoras para adoptar el régimen soviético y disolver to permitir la disolución) del parlamento democrático-burgués. Que la clase obrera de las ciudades, los soldados y los campesinos de Rusia estaban, en septiembre-noviembre de 1917, en virtud de una serie de condiciones particulares, excepcionalmente preparados para adoptar el régimen soviético y disolver el parlamento burgués más democrático, es un hecho histórico absolutamente indiscutible y plenamente establecido. Y, no obstante, los bolcheviques no boicotearon la Asamblea Constituyente, sino que participaron en las elecciones, tanto antes como después de la conquista del Poder político por el proletariado" (v. t. XXV, págs. 201-202).
¿Y por qué no boicotearon los bolcheviques la Asamblea Constituyente? Porque, dice Lenin:
"Incluso unas semanas antes de la victoria de la República Soviética, incluso después de esta victoria, la participación en un parlamento democrático-burgués, lejos de perjudicar al proletariado revolucionario, le permite demostrar fácilmente a las masas atrasadas por qué semejantes parlamentos merecen ser disueltos, facilita el éxito de su disolución, facilita la 'superación política' del parlamentarismo burgués" (v. lugar citado).
Es significativo que Trotski no comprenda esta particularidad de la táctica de los bolcheviques y gruña contra la "teoría" de la combinación de la Asamblea Constituyente y de los Soviets, tildándola de hilferdingada.
No comprende que, bajo la consigna de insurrección y del triunfo probable de los Soviets, admitir esa combinación, admitir la convocatoria de la Asamblea Constituyente constituye la única táctica revolucionaria, que no tiene nada de común
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con la táctica a lo Hilferding de transformar los Soviets en un apéndice de la Asamblea Constituyente; no comprende que el error de algunos camaradas en este problema no le autoriza a vituperar la posición absolutamente acertada de Lenin y del Partido en cuanto a un "Poder estatal combinado" bajo ciertas condiciones (cfr. t. XXI, pág. 338).
No comprende que, sin su política peculiar en relación con la Asamblea Constituyente, los bolcheviques no habrían logrado ganarse a millones y millones de hombres del pueblo y que, sin ganarse a estas masas, no habrían podido transformar la insurrección de Octubre en una profunda revolución popular.
Es interesante ver cómo Trotski gruñe hasta contra las palabras "pueblo", "democracia revolucionaria", etc., etc., que suelen encontrarse en los artículos de los bolcheviques y que él considera indecorosas para un marxista.
Por lo visto, Trotski olvida que incluso en septiembre de 1917, un mes antes de la victoria de la dictadura del proletariado, Lenin, marxista indudable, escribía sobre la "necesidad del paso inmediato de todo el Poder a manos de la democracie revolucionaria, con el proletariado revolucionario a la cabeza " (v. t. XXI, pág. 198).
Por lo visto, Trotski olvida que Lenin, marxista indudable, citando la conocida carta de Marx a Kugelmann[21] (abril de 1871) donde se dice que la demolición del aparato burocrático-militar del Estado es condición previa de toda verdadera revolución popular en el continente, escribe, con claridad meridiana, las siguientes líneas:
"Merece especial atención la observación extraordinariamente profunda de Marx de que la demolición de la máquina burocrático-militar del Estado es 'condición previa de toda verdadera revolución popular'. Este concepto de revolución 'popular' parece extraño en boca de Marx, y los adeptos de Plejánov y los mencheviques rusos, esos discípulos de Struve que quieren hacerse pasar por marxistas, podrían tal vez calificar de
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'lapsus' esta expresión de Marx. Esa gente ha hecho una tergiversación tan liberal e indigente del marxismo, que para ellos no existe nada sino la antítesis entre revolución burguesa y revolución proletaria, y hasta esta antítesis la conciben de un modo a más no poder escolástico. . . En la Europa de 1871, el proletariado no formaba en ningún país del continente la mayoría del pueblo. La revolución no podía ser 'popular' ni arrastrar verdaderamente a la mayoría al movimiento, si no englobaba tanto al proletariado como a los campesinos. Ambas clases formaban entonces el 'pueblo'. Une a estas clases el hecho de que la 'máquina burocrático-militar del Estado' las oprime, las esclaviza, las explota. Destruir, demoler esta máquina, eso es lo que aconsejan los verdaderos intereses del 'pueblo', de su mayoría, de los obreros y de la mayoría de los campesinos, tal es la 'condición previa' para una alianza libre de los campesinos pobres con los proletarios; sin esa alianza, la democracia es precaria y la transformación socialista imposible" (v. t. XXI, pags. 395-396).
Estas palabras de Lenin no deben olvidarse.
Así, pues, lograr que las masas se convenzan por experiencia propia de que las consignas del Partido son acertadas, llevando a estas masas a posiciones revolucionarias, como la condición primordial para la conquista de millones de trabajadores en favo; del Partido: tal es la cuarta particularidad de la táctica de los bolcheviques durante el período de la preparación de Octubre.
Creo que lo dicho es suficiente para comprender bien los rasgos característicos de esta táctica.

J. V. Stalin, Obras, t. VI.